Los municipales pugnan por un salario digno
Uno de los principales asuntos a resolver que se le presentan al nuevo gobierno en el frente interno es la urgencia de atender a las exigencias salariales de sus empleados. Aquella idea de que quien ingresaba en la administración pública tenía solucionada su situación económica personal corresponde a tiempos ya muy lejanos. En el presente, pocos trabajadores formales perciben haberes tan magros y se encuentran tan expuestos al absoluto arbitrio de su empleador. Ni Luis Patti ni Silvio González fueron capaces de dar corte a este abuso, amparados por la connivencia gremial. Pero la aparición aún reciente de ATE, un sindicato caracterizado por su mayor vocación de lucha, ha llevado al intendente Sandro Guzmán a abrirse al diálogo y predisponerse a dar una respuesta satisfactoria.
Afiliados y no afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado participaron el miércoles de una asamblea para conocer el estado de las tratativas entabladas con el Municipio, en las que persisten diferencias de criterio sobre las formas de arribar a un acuerdo. Para entender un poco mejor lo que está pasando, El Mensajero entrevistó al coordinador de Asuntos Municipales de ATE en la seccional Tigre-Escobar, Francisco Fabro.
El Mensajero: ¿Cómo se encuentran actualmente las negociaciones salariales?
Francisco Fabro: Ellos nos proponen un aumento del orden del 30%, o sea, dejar en el básico los cien pesos del último aumento y sobre eso subir un 17%, lo cual para nosotros es aceptable. Ahora, cuando eso se traslada a las categorías más altas, que tienen básicos superiores, el porcentaje baja. Eso para nosotros es aceptable. La discusión es cuándo implementarlo: ellos dicen que en abril y la gente lo cobraría en mayo, pero nosotros queremos que sea ahora, retroactivo a marzo y pagadero por planilla complementaria. Creemos que después de la asamblea el Municipio adoptaría una actitud más permeable.
EM: ¿Cuál es hoy el sueldo básico mínimo, a cuánto reclaman llevarlo y en qué tiempo?
FF: El básico real es de 620 pesos, a lo que se agregan dos bonificaciones no remunerativas que llevan a un piso salarial de 800, pero menos los descuentos cobran 700 pesos. Nosotros queremos llegar a 1.040 pesos de básico en agosto, a más tardar. Estamos hablando de un aumento del 51%.
EM: ¿Usted cree que el Municipio está haciendo maniobras dilatorias, como manifiestan algunos delegados?
FF: Creo que tratan de ganar tiempo, porque ellos tienen aprobado por decreto este adelanto de cien pesos a cuenta de futuros aumentos hasta abril. Entonces quieren prolongar esta situación un mes más. En los últimos quince años los salarios municipales estuvieron congelados, es algo que está fuera de toda discusión. Los únicos dos aumentos de sueldo que tuvieron los compañeros fueron cuando ATE intervino en diciembre de 2006 y ahora, en febrero, con estos cien pesos.
EM: ¿El Sindicato de Municipales y UPCN participan también de estas gestiones?
FF: Ninguno, ni se han acercado a charlar. Es más, creo que ellos deberían acercarse a participar de la paritaria municipal, que todavía está pendiente porque el Gobierno no la convocó.
EM: ¿Y qué opina de que los otros gremios estén quietos?
FF: El Sindicato de Empleados Municipales es consistente con la conducta que ha tenido en estos quince años, ya que ha sido permanentemente cómplice en el deterioro salarial y de las condiciones de trabajo, incluso autoritarias, de los compañeros. Nuestro gremio no va a hacer esas cosas. Y vamos a elegir delegados por sectores para evitar atropellos que no estamos dispuestos a tolerar.
EM: ¿Se terminó de revisar caso por caso la situación de los 400 empleados despedidos a inicios de la gestión Guzmán?
FF: Conseguimos que sean reincorporados 340 compañeros, sobre un total de 460. El resto de las situaciones las consideramos indefendibles. Lo lamentable es que en vez de pasar a planta permanente y regularizarles la situación, entraron como planta transitoria. Pero esa es una variable que el Municipio, en algún momento, va a tener que resolver. Nosotros le solicitamos que se ajusten a ley: la ley dice que un empleado puede estar un año contratado, después de ese año tiene que ser incorporado a la planta permanente y durante ese lapso el Municipio puede prescindir de sus servicios. Pero cuando pase ese año debe ser incorporado como un empleado efectivo más. Eso está totalmente desordenado. Hay mucha gente que tiene contratos prolongados por más de cinco años. A esa gente el gremio le va a propiciar el inicio del trámite administrativo para hacer el reclamo correspondiente para que se lo regularice.
EM: ¿Siente que los empleados contratados no participan por miedo a perder su trabajo?
FF: Cuando se inició la gestión de Guzmán hubo muchos traslados, movimientos de gente, telegramas de despido y ceses de contrato, lo que generó una especie de temor en los empleados que de a poquito se va revirtiendo. Van tomando conciencia de que como trabajadores tienen derechos y de que esos derechos se ganan luchando.
EM: ¿Es optimista en llegar a los $ 1.040?
FF: La verdad que sí, estoy casi convencido. La respuesta de los vecinos, en cuanto a la deuda y el pago de impuestos, ha sido importante y creemos que va a haber un gesto de la dirigencia política de Escobar en comprometerse para reacomodar las cosas. La situación de la gente es desesperante. Nadie puede vivir con 700 pesos.
Uno de los principales asuntos a resolver que se le presentan al nuevo gobierno en el frente interno es la urgencia de atender a las exigencias salariales de sus empleados. Aquella idea de que quien ingresaba en la administración pública tenía solucionada su situación económica personal corresponde a tiempos ya muy lejanos. En el presente, pocos trabajadores formales perciben haberes tan magros y se encuentran tan expuestos al absoluto arbitrio de su empleador. Ni Luis Patti ni Silvio González fueron capaces de dar corte a este abuso, amparados por la connivencia gremial. Pero la aparición aún reciente de ATE, un sindicato caracterizado por su mayor vocación de lucha, ha llevado al intendente Sandro Guzmán a abrirse al diálogo y predisponerse a dar una respuesta satisfactoria.
Afiliados y no afiliados a la Asociación de Trabajadores del Estado participaron el miércoles de una asamblea para conocer el estado de las tratativas entabladas con el Municipio, en las que persisten diferencias de criterio sobre las formas de arribar a un acuerdo. Para entender un poco mejor lo que está pasando, El Mensajero entrevistó al coordinador de Asuntos Municipales de ATE en la seccional Tigre-Escobar, Francisco Fabro.
El Mensajero: ¿Cómo se encuentran actualmente las negociaciones salariales?
Francisco Fabro: Ellos nos proponen un aumento del orden del 30%, o sea, dejar en el básico los cien pesos del último aumento y sobre eso subir un 17%, lo cual para nosotros es aceptable. Ahora, cuando eso se traslada a las categorías más altas, que tienen básicos superiores, el porcentaje baja. Eso para nosotros es aceptable. La discusión es cuándo implementarlo: ellos dicen que en abril y la gente lo cobraría en mayo, pero nosotros queremos que sea ahora, retroactivo a marzo y pagadero por planilla complementaria. Creemos que después de la asamblea el Municipio adoptaría una actitud más permeable.
EM: ¿Cuál es hoy el sueldo básico mínimo, a cuánto reclaman llevarlo y en qué tiempo?
FF: El básico real es de 620 pesos, a lo que se agregan dos bonificaciones no remunerativas que llevan a un piso salarial de 800, pero menos los descuentos cobran 700 pesos. Nosotros queremos llegar a 1.040 pesos de básico en agosto, a más tardar. Estamos hablando de un aumento del 51%.
EM: ¿Usted cree que el Municipio está haciendo maniobras dilatorias, como manifiestan algunos delegados?
FF: Creo que tratan de ganar tiempo, porque ellos tienen aprobado por decreto este adelanto de cien pesos a cuenta de futuros aumentos hasta abril. Entonces quieren prolongar esta situación un mes más. En los últimos quince años los salarios municipales estuvieron congelados, es algo que está fuera de toda discusión. Los únicos dos aumentos de sueldo que tuvieron los compañeros fueron cuando ATE intervino en diciembre de 2006 y ahora, en febrero, con estos cien pesos.
EM: ¿El Sindicato de Municipales y UPCN participan también de estas gestiones?
FF: Ninguno, ni se han acercado a charlar. Es más, creo que ellos deberían acercarse a participar de la paritaria municipal, que todavía está pendiente porque el Gobierno no la convocó.
EM: ¿Y qué opina de que los otros gremios estén quietos?
FF: El Sindicato de Empleados Municipales es consistente con la conducta que ha tenido en estos quince años, ya que ha sido permanentemente cómplice en el deterioro salarial y de las condiciones de trabajo, incluso autoritarias, de los compañeros. Nuestro gremio no va a hacer esas cosas. Y vamos a elegir delegados por sectores para evitar atropellos que no estamos dispuestos a tolerar.
EM: ¿Se terminó de revisar caso por caso la situación de los 400 empleados despedidos a inicios de la gestión Guzmán?
FF: Conseguimos que sean reincorporados 340 compañeros, sobre un total de 460. El resto de las situaciones las consideramos indefendibles. Lo lamentable es que en vez de pasar a planta permanente y regularizarles la situación, entraron como planta transitoria. Pero esa es una variable que el Municipio, en algún momento, va a tener que resolver. Nosotros le solicitamos que se ajusten a ley: la ley dice que un empleado puede estar un año contratado, después de ese año tiene que ser incorporado a la planta permanente y durante ese lapso el Municipio puede prescindir de sus servicios. Pero cuando pase ese año debe ser incorporado como un empleado efectivo más. Eso está totalmente desordenado. Hay mucha gente que tiene contratos prolongados por más de cinco años. A esa gente el gremio le va a propiciar el inicio del trámite administrativo para hacer el reclamo correspondiente para que se lo regularice.
EM: ¿Siente que los empleados contratados no participan por miedo a perder su trabajo?
FF: Cuando se inició la gestión de Guzmán hubo muchos traslados, movimientos de gente, telegramas de despido y ceses de contrato, lo que generó una especie de temor en los empleados que de a poquito se va revirtiendo. Van tomando conciencia de que como trabajadores tienen derechos y de que esos derechos se ganan luchando.
EM: ¿Es optimista en llegar a los $ 1.040?
FF: La verdad que sí, estoy casi convencido. La respuesta de los vecinos, en cuanto a la deuda y el pago de impuestos, ha sido importante y creemos que va a haber un gesto de la dirigencia política de Escobar en comprometerse para reacomodar las cosas. La situación de la gente es desesperante. Nadie puede vivir con 700 pesos.
