lunes, 2 de marzo de 2009

LANDAU Y CARRANZA LO ACOMPAÑARON EN EL ESTRADO


Guzmán asumió la presidencia del PJ
En su pueblo de origen, el intendente Sandro Guzmán tuvo el martes lo que definió como "uno de los días más importantes" de su vida al asumir la presidencia del Partido Justicialista de Escobar, en un acto que no casualmente coincidió con el 63° aniversario del primer triunfo electoral de Juan Domingo Perón.
La sede del encuentro fue el salón de la Asociación de Fomento Unión Garín, que en la noche del martes se vio colmado con una cantidad de asistentes cercana al medio millar. En las primeras filas se ubicaron los integrantes de la lista de unidad que se presentó el año pasado y que desde ahora forman parte del nuevo Consejo de Partido. Entre los más conocidos, el presidente del Legislativo, Elio Miranda; el secretario de Gobierno, Hugo Cantero; el actor Alberto "Paco" Fernández de Rosa y el ex concejal Jesús "Cacho" Angioi. Entre los invitados, en tanto, se lo vio al ex diputado provincial Osvaldo Fernández, cuya incorporación al gobierno hay quienes consideran muy posible.
Si algo caracterizó al acto, fue la desprolijidad. Su conductor, Horacio Doello, quedó al filo de la disfonía a causa del incesante repiqueteo de los redoblantes, que hacían caso omiso a sus piadosos pedidos de silencio. Lo mismo le sucedió al diputado nacional Jorge Landau, que seguramente pasó uno de sus peores momentos como orador. Tampoco sus constantes "por favor" tuvieron eco y su breve mensaje estuvo pisado a cada párrafo por el tronar de los tambores y platillos, como si se tratara de fastidiarlo e impedir que se lo escuchara.
Como pudo, Landau evocó el triunfo de Perón en los comicios del 24 de febrero de 1946 y destacó que "hay toda una historia del justicialismo que se viene desarrollando desde entonces". Además, el apoderado nacional y provincial del PJ puso de relieve la obtención del título de propiedad del inmueble donde, ahora sí, funcionará la sede partidaria central, en la esquina de Italia y Sarmiento, en Belén. "El justicialismo de Escobar siempre vivió de prestado, pero a partir de hoy vamos a tener una casa propia para los peronistas", remarcó, y entregó una copia de ese histórico documento al jefe comunal.
Recién cuando Guzmán tomó el micrófono el grupo bullanguero que estaba en los palcos superiores guardó una conducta más respetuosa. "Hoy no es uno de los días más importantes de mi vida", arrancó el intendente, al mismo tiempo que consideró "un orgullo" recibir la conducción local "del partido más grande en la historia de la Argentina".
Sus palabras siguientes fueron una suerte de arenga a la tropa, aunque en el habitual tono calmo de Guzmán. "Muchos que militan en otros partidos le llevan mentiras a los vecinos, nosotros tenemos que llevarles verdades. El peronismo no debe llevar revanchas ni venganzas, el partido tiene que ser de todos. Necesitamos que cada uno de ustedes esté en las calles predicando nuestra acción. De la única forma que no vamos a ser vencidos va a ser organizándonos", planteó.
El flamante titular del PJ también puso como eje de su gobierno la justicia social y expresó: "Este es un distrito que ha sido olvidado por mucho tiempo, pero que hoy queremos recuperar. Escobar es peronista y cada acción de este gobierno va a ser peronista".
Además, Guzmán lanzó una promesa desafiante al asegurar que "este año vamos a superar en la obra pública a todos los gobiernos anteriores". Un pedido de aplauso para la participación de la juventud selló el final de su discurso. Pero segundos antes, para cerrar el concierto de desprolijidades, ya habían empezado a sonar los primeros acordes de la marcha peronista, que después cantó a brazo alzado junto a Landau y a su antecesor en la conducción partidaria, el concejal Luis Carranza, que curiosamente no hizo uso de la palabra.
El tiempo dirá si desde ahora empieza verdaderamente una nueva etapa dentro del justicialismo local, que por delante, en lo inmediato, tiene dos grandes desafíos: afirmar su unidad y ganar las elecciones de octubre.