miércoles, 12 de noviembre de 2008

HUBO DECLARACIONES DE UN FUNCIONARIO

Falleció el hombre que
discutió con un agente

El comerciante Erasmo Muraña Fernández falleció el domingo a la madrugada en el hospital Erill, donde llevaba trece días internado en terapia intensiva tras haberse descompensado frente a la Dirección de Tránsito del Municipio, donde el lunes 20 de octubre había mantenido una airada discusión con un inspector.
Como este medio informó en sus últimas ediciones, Muraña Fernández había ido a denunciar a ese agente, de nombre Oscar Figueroa, quien dos días antes demoró y subió a su hijo a un patrullero por no tener licencia de conducir, en circunstancias en que el chico, de 16 años, circulaba a pie con una moto de baja cilindrada por la esquina de avenida San Martín y Almafuerte, a metros de su casa. Además, lo acusó de haberle pedido una supuesta coima por no labrarle una infracción, siempre según los dichos del joven, que su padre asentó en la queja.
Ese día, Muraña Fernández -60 años, 8 hijos, más conocido como "Coco" y dueño de una pequeña pizzería con ese nombre- se encontró con el inspector cuando salía de denunciarlo, lo increpó y lo tomó del cuello, a lo que Figueroa, según testigos, reaccionó golpeándolo hasta que el hombre trastabilló y chocó su cabeza contra una columna. Segundos después, se descompensó y quedó tendido en el suelo. De ahí fue llevado al hospital, donde no experimentó mejorías y murió en las primeras horas del domingo 2.
"Estamos trabajando para conocer en detalle todo lo acontecido y determinar el grado de responsabilidad del inspector involucrado. Si existieron incompetencias en el manejo de lo sucedido, lo comprobaremos y actuaremos en consecuencia", explicó el secretario de Gobierno, Hugo Cantero, en declaraciones difundidas a través de un comunicado de prensa que el Municipio emitió el martes 4.
El informe oficial -el primero sobre este caso- también señaló que "de manera inmediata se abrió un sumario administrativo para determinar responsabilidades de parte del agente municipal, quien se encuentra apartado de su cargo, y el accionar de las oficinas de Licencias y Tránsito por una posible omisión de los hechos".
Cantero, asimismo, aseguró que "el Intendente lamentó mucho el hecho y brindó toda la ayuda y la contención posible en un caso de esta naturaleza, a través de distintas áreas municipales y con el presupuesto necesario".
Además, el comunicado recordó que "inmediatamente después de lo sucedido" Sandro Guzmán puso al frente de la Dirección General de Tránsito y Transporte, de manera provisoria, a su hasta entonces secretario privado, Ricardo Gallo, "de larga trayectoria en el tema".
"No será la única dependencia municipal que contará con una intervención de esta naturaleza cuando se considere necesario", advirtió el gobierno en ese comunicado, que concluyó con un mensaje terminante hacia el personal: "La Municipalidad debe brindar un servicio a los vecinos y eso es algo que todos los empleados deben tener claro. Quien demuestre que no puede cumplir con su trabajo en ese sentido, será separado de esta gestión. No aceptaremos que bajo el paraguas municipal alguien cometa desmanes o excesos".