Las cuentas de González
En una sesión extraordinaria cuyo resultado abrió algunos interrogantes, el Concejo Deliberante aprobó por mayoría la rendición de cuentas del último año de gestión del ex intendente Silvio González, a pesar de la cuestionada deuda de doce millones de pesos que le dejó de herencia a su sucesor.
Curiosamente, los concejales que votaron a favor del único expediente que se trató en la noche del viernes 13 fueron los ex Paufe y justicialistas que integran el bloque oficialista -ausentes Sergiani, Bono, Bustos, Padilla y Cabrera-, junto a la representante del pattismo Patricia Césari. Como contrapunto, los tres ediles de Acción Vecinal desaprobaron las cuentas públicas de 2007 por discrepar en el criterio de González para administrar los 96 millones de pesos del presupuesto oficial.
Norma Polverini explicó en la sesión que la postura del vecinalismo era coherente con la declaración del estado de "emergencia económica municipal" que el Concejo Deliberante había sancionado en diciembre y a pedido del entonces flamante gobierno. Además, sostuvo que "el saldo encontrado en esas cuentas nos permite suponer que no se ha administrado correctamente el dinero de Escobar". A la hora de dar ejemplos, la concejal cuestionó un gasto de medio millón de pesos en refrigerios para los participantes de los torneos bonaerenses, monto que consideró "vergonzoso" en comparación a los destinados para remedios y alimentos a personas indigentes. Además, habló de otras "cifras llamativas" y de "sospechas de sobreprecios".
Desde el bloque oficialista, en tanto, sólo se oyó la voz de Maximino Conca, quien simplemente argumentó el voto aprobatorio en que "la rendición fue realizada en tiempo y forma, como corresponde". Césari, la concejal del partido que González abandonó en enero de 2007, prefirió no expresarse más allá de su voto, que acompañó al del PJ.
La pregunta del millón es: Si el último año de gestión de González puso realmente en emergencia las cuentas municipales, ¿cómo se entiende que se aprueben sus balances?
Curiosamente, los concejales que votaron a favor del único expediente que se trató en la noche del viernes 13 fueron los ex Paufe y justicialistas que integran el bloque oficialista -ausentes Sergiani, Bono, Bustos, Padilla y Cabrera-, junto a la representante del pattismo Patricia Césari. Como contrapunto, los tres ediles de Acción Vecinal desaprobaron las cuentas públicas de 2007 por discrepar en el criterio de González para administrar los 96 millones de pesos del presupuesto oficial.
Norma Polverini explicó en la sesión que la postura del vecinalismo era coherente con la declaración del estado de "emergencia económica municipal" que el Concejo Deliberante había sancionado en diciembre y a pedido del entonces flamante gobierno. Además, sostuvo que "el saldo encontrado en esas cuentas nos permite suponer que no se ha administrado correctamente el dinero de Escobar". A la hora de dar ejemplos, la concejal cuestionó un gasto de medio millón de pesos en refrigerios para los participantes de los torneos bonaerenses, monto que consideró "vergonzoso" en comparación a los destinados para remedios y alimentos a personas indigentes. Además, habló de otras "cifras llamativas" y de "sospechas de sobreprecios".
Desde el bloque oficialista, en tanto, sólo se oyó la voz de Maximino Conca, quien simplemente argumentó el voto aprobatorio en que "la rendición fue realizada en tiempo y forma, como corresponde". Césari, la concejal del partido que González abandonó en enero de 2007, prefirió no expresarse más allá de su voto, que acompañó al del PJ.
La pregunta del millón es: Si el último año de gestión de González puso realmente en emergencia las cuentas municipales, ¿cómo se entiende que se aprueben sus balances?
