domingo, 27 de abril de 2008

LUIS PATTI, A SOLAS CON EL MENSAJERO

"Me pregunto: ¿el que
gobierna es Sandro?"


Durante los ocho días que permaneció en libertad, toda la prensa del país habló con Luis Patti. Sin embargo, de la situación política de Escobar poco y nada se le escuchó decir, más allá de las declaraciones por su canal de televisión. Pero a horas de que la Cámara de Diputados de la Nación le sacara los fueros que había conseguido en octubre de 2005, el ex intendente y líder del Paufe recibió a solas a El Mensajero y dio respuestas a todos los interrogantes, en una entrevista a fondo.
El Mensajero: ¿Cómo y cuándo se enteró de la decisión de Guzmán de irse al kirchnerismo?
Luis Patti: Me enteré en Marcos Paz por las visitas, que me contaban lo que iba sucediendo. Y me extrañó mucho. Pienso que hubiese sido mucho mejor sentarse como Paufe con el ministro De Vido, si fuera necesario, con el gobernador Scioli, con quien tengo un afecto y creo que él también hacia mí, y quizás así conseguiría muchas más cosas que pasándose al kirchnerismo. Me parece que Sandro cometió un error muy grande, no creo que la gente lo tome bien.
EM: Usted dice que se enteró estando en prisión, pero él declaró que hace dos años le había confesado su deseo de pasarse al justicialismo...
LP: Bueno, pero una cosa es el kirchnerismo y otra el justicialismo. Son dos cosas abismalmente distintas.
EM: ¿Cómo toma que el hombre al que llevó a intendente el año pasado se haya ido con quienes usted dice que lo persiguen?
LP: Creo que fue una equivocación. De todos modos, no soy quién para juzgarlo. Los jueces son la gente y sus votos. El Paufe tiene una tradición de no desprestigiar a sus opositores o a quienes tienen actitudes con las que no coincidimos, por lo tanto, la postura nuestra va a ser no atacar a nadie.
EM: Convengamos que ante algunas situaciones usted se caracteriza por ser muy enérgico. Un ejemplo: cuando los concejales Polverini y Capel se fueron del Paufe, puso el grito en el cielo con un comunicado durísimo. Que ahora que se le van un intendente y medio Concejo Deliberante diga que no es quién para juzgar a nadie... suena extraño.
LP: ¿Sabe por qué no voy a juzgarlo? A mí me fue a visitar mucha gente, recibí muchas cartas y en estos días estoy recibiendo a mucha gente. ¿Para qué voy a juzgar yo, si juzga la gente? Es mucho más sabio esperar la opinión de la gente.
EM: Sin embargo, hay muchos votantes del Paufe desconcertados que ansían una definición más clara de su parte para comprender esta situación política...
LP: Bueno, yo he dicho "prefiero estar preso antes de hacer cualquier acuerdo con Kirchner". Más duro que eso, imposible.
EM: Sí, pero no quedó claro si esa frase incluía una referencia a Guzmán.
LP: Todos nos conocemos y todos lo sabemos... ¿Cómo vamos a aceptar que parte del Paufe se pase con el kirchnerismo? No sólo porque son nuestros opositores acérrimos, sino porque nosotros le dijimos a la gente que somos antikirchneristas y la gente nos votó por eso. ¿Cómo nos vamos a juntar con los kirchneristas? Ahora, si me dicen dialogar, pedir obras para Escobar, sí. Pero de ahí a pasarse... es incomprensible.
EM: ¿Y por qué supone que Guzmán tomó ese camino?
LP: Creo que lo pudo haber influenciado algún entorno que lo ha conducido a esta actitud equivocada.
EM: ¿Por qué no habló y dice que no hablaría con él?
LP: Yo estaba preso, si no me fue a visitar... Ahora sería una falta de respeto si yo lo fuera a ver.
EM: Como su ex jefe político, ¿no podría pedirle explicaciones?
LP: ¿No le parece que podría haber venido a verme y decirme, "mirá, volvemos al Paufe, tuvimos una actitud equivocada"?. Yo creo que podría haberlo hecho.
EM: ¿Siente que fue desleal con usted?
LP: Nosotros tenemos que ir mucho más allá. La actitud de Guzmán ya la juzgó la gente. ¿Para qué vamos a agredir si la gente tomó una posición totalmente clara? Nosotros mantuvimos esta semana varias reuniones con dirigentes del Paufe, sacamos algunos comunicados y dijimos que no utilicen la palabra traición, porque hay muchos empleados municipales que no coinciden con la postura que ha tomado el intendente. Por lo tanto, no hay que generalizar ni usar esa palabra, porque a la gente tampoco le gusta escuchar que los dirigentes la usen. Tenemos que ser cautos, la gente ya juzgó. Pero no hay que quedarse encerrado en el Municipio, hay que salir a la calle, donde está el voto, donde está la opinión verdadera. No hay que quedarse en la burbuja municipal. Y tampoco agredir. Incluso, en el Concejo Deliberante hay muchos hombres que tienen un afecto personal conmigo y creo que en su momento lo van a hacer pesar.
EM: ¿Y no era este el momento?
LP: Yo creo que van a esperar...
EM: O sea, casos concretos: Sergiani, Moura, ¿no lo decepcionaron?
LP: Pienso que son grandes personas y en algún momento van a tener actitudes muy distintas...
EM: ¿Cree que hoy están en una situación muy dificultosa para tomar esa actitud?
LP: Puede ser, pero sigo pensando que son personas honorables. Igual que Ana Padilla, la creo una buena persona.
EM: Exceptuando a Patricia Césari, que se quedó en el Paufe, ¿esos son los tres concejales que usted rescataría?
LP: Y algún otro también...
EM: ¿A quiénes más?
LP: Algún otro más....
EM: A todo esto, hay un hecho que es muy confuso: ¿cómo hay que entender la presencia de su hijo Maximiliano en el gobierno como funcionario de Sandro Guzmán?
LP: Mire, yo quiero a mis hijos, tanto a los grandes como a la chiquita, de la misma forma. Maxi tiene 31 años, tiene derecho a elegir y a decidir. Yo creo que el mismo cariño y amor que tengo por mi hijo él lo tiene hacia mí, así que en algún momento irá a tomar una decisión.
EM: Está bien, pero es un caso por lo menos raro...
LP: Sí, pero yo no soy quién para decirle "renunciá". Lo único que le dije es que piense y se fije bien lo que hace. Pero ya es un hombre, no es un chico como para que yo lo guíe. Y además hay que darle libertad de opinión, creo que él siempre se va a quedar con el padre...
EM: ¿Qué pasa con Elio Miranda que sus militantes también están muy molestos con él?
LP: Yo espero que Elio recapacite y se dé cuenta que tanto a él como a Sandro los van a terminar utilizando. Se equivocaron, no creo que ganen nada y van a terminar siendo usados en una interna de algo que ni siquiera es el justicialismo. Eligieron un mal camino, pero los tiene que juzgar el voto en las próximas elecciones.
EM: ¿Le dolió particularmente la actitud del concejal Miranda?
LP: Y... Elio era como un hijo para mí. Cuando es tan cercano, más duele. Pero todavía no sé qué va a hacer. Espero que tenga un cambio de actitud. Lo espero...
EM: ¿Lo espera?
LP: Sí, lo espero. Si no la gente no va a estar contenta con él. No es fácil andar en la calle si se tienen actitudes así.
EM: ¿No considera que alinearse con la Provincia y la Nación traerá beneficios para Escobar?
LP: Las obras municipales no se hacen generalmente con plata de la Provincia o de la Nación. Un 75% de las obras se hacen con el pago del impuesto municipal. Las principales obras que hicimos nosotros no fueron traídas de afuera. Pero para que la gente pague un 65% como cobrábamos nosotros tiene que tener confianza. Si no hay confianza y cobran el 35% no van a hacer las obras.
EM: Está bien, es cierto que se ha instalado el discurso de que con las tasas sólo se puede mantener abierta la Municipalidad, pero cuando usted fue intendente se hicieron varias obras grandes con dinero de afuera...
LP: Pero el grueso fue con plata municipal. Con el 65% de cobro de impuestos se pueden hacer maravillas. Ahora, con esta actitud no van a recaudar más del 35%.
EM: De todos modos se está ejerciendo una presión muy fuerte sobre los contribuyentes y hoy los ingresos públicos repuntaron. El gobierno plantea que en los últimos años Escobar se manejaba con mucho amiguismo y que por eso bajaron los niveles de recaudación...
LP: Nosotros recaudamos el 65% y nunca mandamos una carta documento. Cuando hay confianza y obras, la gente ayuda.
EM: Usted dijo por Tele Red que "Escobar no puede ser gobernado por gente de afuera". ¿Qué significa esa expresión?
LP: Mire, puede haber dos, tres, cuatro asesores; yo he traído a Gaibissio, Desimone, Fígoli... Pero la conducción política tiene que ser de hombres de Escobar y que sepan de Escobar.
EM: Pero el intendente es Guzmán, que es un hombre de acá. ¿Qué quiere insinuar?
LP: Yo me pregunto si gobierna Sandro...
EM: Lo que usted dice es fuerte, ¿supone que lo manejan?
LP: Es una pregunta que me hago, ¿gobierna Sandro...?
EM: El concejal Conca dijo que se viene una etapa como la que se inició en 1995 con usted. ¿Qué le parece esta definición?
LP: Es muy difícil entrar a una casa en estas circunstancias. A las casas de los vecinos se entra si uno tiene confianza, no creo que puedan. Ojalá que Dios los ayude. Pero es un tema de ellos. Lo nuestro es la campaña del Paufe del año que viene, sin agredir y con respeto hacia todos.
EM: Desde que quedó en libertad es muy usual verlo acompañado de Raúl Urbano, ¿cómo se debe interpretar esta situación?
LP: El Paufe es un gran partido vecinal. Siempre lo ha sido: ha tenido radicales, peronistas, conservadores, socialistas... Y Urbano me parece un hombre del radicalismo para ser escuchado. Ha sido el principal opositor mío en el Concejo Deliberante y con mucha fuerza. Por eso digo que hay que respetar su conducta y, además, escucharlo.
EM: Sus palabras suenan como un lanzamiento de la candidatura de Urbano, porque lo acaba de introducir en la arena política, donde hace rato que no se lo veía...
LP: No es un lanzamiento. Es un amigo personal, que ojalá se incorpore al Paufe y trabaje con nosotros. Nos encantaría. Además, es un guerrero nato.
EM: ¿Qué quiso decir cuando cerró la conferencia de prensa diciendo "no se olviden de Gerez"?
LP: Me gustaría que ese hecho se esclarezca, pero me pregunto si el poder político quiere. Me parece que no. Cuando se empezaron a pedir los procesamientos por falso testimonio es como que el gobierno no habló más del tema. Lo mismo pasa con el caso López. Hay un silencio del gobierno que me extraña mucho.
EM: El caso Gerez le significó un dolor de cabeza, pero en sus declaraciones advierto cierto respeto de su parte hacia él. ¿Usted adscribe a la hipótesis de que lo usaron?
LP: Pienso que puede ser. Y me pregunto si algún día no lo van a abandonar... Un día me vi con D’Elía en un programa y le dije: "Mire Luis que algún día lo van a dejar solo". Y creo que, a la larga, van a terminar así.
EM: Le repito una pregunta que le hice en aquella conferencia de prensa: ¿piensa alejarse, al menos gradualmente, de la actividad política?
LP: No, no. Creo que va a venir un escenario donde nosotros vamos a tener más protagonismo. Hay que ver qué hacen el Paufe y el peronismo ortodoxo. El año que viene el justicialismo va a tener un escenario muy distinto al que existe hoy, sobre todo en las provincias de Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires. Viendo lo que está ocurriendo, evidentemente, aunque no lo quisiéramos, el año que viene vamos a tener que tener un protagonismo totalmente distinto, con el Paufe y con el justicialismo. O sea, no ver que el justicialismo va a tener un giro es ser muy ciego.
EM: Noté que últimamente invoca mucho a su familia, lo cual antes no hacía. ¿Lo sensibilizó estar en la cárcel?
LP: Y bueno, a lo que más se aferra y apega uno es a la familia. Pero yo soy familiero de antes. He tenido una separación, sí, pero con los chicos soy muy pegado.
EM: ¿Si volviera a prisión qué es lo que más extrañaría?
LP: La familia, es la prioridad número uno. Y Macarena, imagínese, nena, 3 años, y yo tengo 55... La mujer, los hijos, aunque son grandes, también tiran. A lo mejor uno los ve distintos porque son hombres, pero tiran igual. Los hijos son hijos, no hay vuelta que darle.
Ciro D. Yacuzzi


La estadía en prisión
- ¿Cómo fueron sus cinco meses en Marcos Paz?
- Hay un régimen penitenciario y se cumple. Los fines de semana y días de lluvia no hay patio. Y todo transcurre ahí adentro: mucha lectura, voley y ping pong, que lo aprendí a jugar ahí. Y mucha lectura, sobre todo de historia; estuve leyendo los últimos setenta años de historia universal. Muchos se inclinan por lecturas religiosas, evangélicos o católicos. El mío era un pabellón tal vez distinto por la edad, el más joven era yo y había otro de 55 años. El resto tienen entre 60 y 83 años. La celda es de 4 por 3, con un escritorio de la misma estructura de la cama, un perchero, un lugar para colgar ropa, un baño y nada más. No hay televisión ni nada.
- ¿De qué manera se relacionó con los otros presos?
- Pasa que los detenidos, que son 48, se dividen naturalmente en mesas. En la mía estaba con un comisario inspector de apellido Neto, que aunque no trabajamos juntos lo conocía hace muchos años. Y tres hombres del Servicio Penitenciario, gente muy grande, de 70 y pico.
- ¿Tuvo algún trato con el capellán Von Wernich y el ex comisario Etchecolatz?
- Muy poco. Von Wernich es un hombre muy callado, come junto con Etchecolatz y un hombre que fue portero del hospital Posadas. Pero uno en algún momento se cruza. Nunca se habla de las causas, debe ser porque los bajonea o algo así. También noté que Etchecolatz no tiene visitas, salvo la señora, que creo que va una vez por mes.
- Me contaron que es una persona muy "venenosa", por decirlo de alguna manera...
- No puedo opinar porque lo conocí en un programa de televisión, hace 6 ó 7 años, y después ahí adentro. Además, él tenía una jerarquía muy grande, era comisario general cuando yo era ayudante o subinspector. En la policía siempre fue un hombre muy discutido.