del Concejo Deliberante
Como hace rato, años, que no se veía, el Concejo Deliberante de Escobar se convirtió el lunes en escenario de una alborotada sesión, cuyo desarrollo se interrumpió varias horas ante el airado reclamo de una empresa de colectivos por la adjudicación a otra de un recorrido que une las localidades de Savio y Belén. Entre acusaciones de corrupción y argumentos expuestos a viva voz de uno y otro lado, choferes y simpatizantes oficialistas improvisaron un round de boxeo que hizo imprescindible la intervención policial.
La protesta fue realizada por representantes de la línea 291, que consideraron injustificada y sospechosa la decisión de los concejales de adjudicar el piso licitado a Micro Omnibus Tigre S.A (MOTSA). Desde las bancas plantearon que la elección de la empresa ganadora se basó en su mayor respaldo patrimonial y el menor costo del boleto. La Central de Escobar, en cambio, replicó que la ecuación de solvencia económica estaba mal calculada y pidió que se tuvieran en cuenta los antecedentes de una y otra compañía en la prestación de sus servicios.
El choque entre el grupo de choferes y los militantes que el gobierno movilizó al recinto fue un espectáculo de ribetes vergonzosos. Además del griterío, los tambores y bombos, hubo forcejeos y hasta algunas trompadas que obligaron a llamar a la policía, que acudió con una decena de efectivos encabezados por las máximas autoridades de la comisaría 1ra. Para esto, una delegación escolar que esperaba el tratamiento de un proyecto para pavimentar el acceso a la EPB Nº 8 no tuvo más opción que abandonar el recinto.
El oficialismo fracasó en su intento de sacarse el tema de encima lo más pronto posible. Mediante una moción de privilegio, el expediente se aprobó (19 a 1) sin comentarios apenas iniciada la sesión y antes de que se propusiera un minuto de silencio por la reciente muerte del secretario del Concejo Deliberante, Matías Triscio, cuando se estila que los homenajes se hagan antes que todo. Encolerizada, la apoderada de la 291, Estela Accifonte, se paró entre los concejales para cuestionar la adjudicación y exponer sus argumentos.
Las hostilidades se prolongaron largamente y las acusaciones de corrupción espetadas por los choferes contra los concejales tensaron aún más el clima. Ya en cuarto intermedio, el oficialismo se abrió a una inconducente reunión con representantes de la empresa. Entonces, los manifestantes salieron a la calle y llevaron su reclamo a la terminal de ómnibus, donde interrumpieron parcialmente el tránsito.
Recién cinco horas después -a las 18, y ya sin Javier Pérez y Patricia de la Cruz (PJ)-, los concejales volvieron a las bancas para reanudar una sesión que duró apenas quince minutos.
La protesta fue realizada por representantes de la línea 291, que consideraron injustificada y sospechosa la decisión de los concejales de adjudicar el piso licitado a Micro Omnibus Tigre S.A (MOTSA). Desde las bancas plantearon que la elección de la empresa ganadora se basó en su mayor respaldo patrimonial y el menor costo del boleto. La Central de Escobar, en cambio, replicó que la ecuación de solvencia económica estaba mal calculada y pidió que se tuvieran en cuenta los antecedentes de una y otra compañía en la prestación de sus servicios.
El choque entre el grupo de choferes y los militantes que el gobierno movilizó al recinto fue un espectáculo de ribetes vergonzosos. Además del griterío, los tambores y bombos, hubo forcejeos y hasta algunas trompadas que obligaron a llamar a la policía, que acudió con una decena de efectivos encabezados por las máximas autoridades de la comisaría 1ra. Para esto, una delegación escolar que esperaba el tratamiento de un proyecto para pavimentar el acceso a la EPB Nº 8 no tuvo más opción que abandonar el recinto.
El oficialismo fracasó en su intento de sacarse el tema de encima lo más pronto posible. Mediante una moción de privilegio, el expediente se aprobó (19 a 1) sin comentarios apenas iniciada la sesión y antes de que se propusiera un minuto de silencio por la reciente muerte del secretario del Concejo Deliberante, Matías Triscio, cuando se estila que los homenajes se hagan antes que todo. Encolerizada, la apoderada de la 291, Estela Accifonte, se paró entre los concejales para cuestionar la adjudicación y exponer sus argumentos.
Las hostilidades se prolongaron largamente y las acusaciones de corrupción espetadas por los choferes contra los concejales tensaron aún más el clima. Ya en cuarto intermedio, el oficialismo se abrió a una inconducente reunión con representantes de la empresa. Entonces, los manifestantes salieron a la calle y llevaron su reclamo a la terminal de ómnibus, donde interrumpieron parcialmente el tránsito.
Recién cinco horas después -a las 18, y ya sin Javier Pérez y Patricia de la Cruz (PJ)-, los concejales volvieron a las bancas para reanudar una sesión que duró apenas quince minutos.
La licitación
Cuatro empresas habían presentado sus ofertas para el recorrido que une a Maquinista Savio, desde sus barrios Amancay y Obejero Urquiza, con Belén de Escobar, hasta el hospital Erill. Las de Transportes Gonzalía y Micro Omnibus Norte S.A. (MONSA) quedaron descartadas por no cumplir todos los requisitos del pliego de bases y condiciones. Después de examinar los informes del Municipio a través de sus áreas de Economía, Transporte y Tránsito, los bloques del PJ y AVE decidieron adjudicar el servicio a MOTSA. Los argumentos: su mayor patrimonio le da un índice de solvencia de 65% contra un 35% de La Central de Escobar, presentó un precio de $ 1,20 contra $ 1,50 para el boleto de la tercera sección -de punta a punta; el resto fue igual: $ 0,90 la primera y $ 1,20 la segunda- y ya contaba con las seis unidades cero kilómetro requeridas para el servicio. De esta forma, los usuarios tendrán ahora dos empresas para optar en ese trayecto.
Antecedentes
Cuatro empresas habían presentado sus ofertas para el recorrido que une a Maquinista Savio, desde sus barrios Amancay y Obejero Urquiza, con Belén de Escobar, hasta el hospital Erill. Las de Transportes Gonzalía y Micro Omnibus Norte S.A. (MONSA) quedaron descartadas por no cumplir todos los requisitos del pliego de bases y condiciones. Después de examinar los informes del Municipio a través de sus áreas de Economía, Transporte y Tránsito, los bloques del PJ y AVE decidieron adjudicar el servicio a MOTSA. Los argumentos: su mayor patrimonio le da un índice de solvencia de 65% contra un 35% de La Central de Escobar, presentó un precio de $ 1,20 contra $ 1,50 para el boleto de la tercera sección -de punta a punta; el resto fue igual: $ 0,90 la primera y $ 1,20 la segunda- y ya contaba con las seis unidades cero kilómetro requeridas para el servicio. De esta forma, los usuarios tendrán ahora dos empresas para optar en ese trayecto.
Antecedentes
Desde fines del año pasado, la 291 presta el mismo servicio que ahora se adjudicó vía licitación, ya que la Dirección Provincial de Transporte le concedió un permiso provisorio para hacerlo. Ante ello, el Concejo Deliberante le revocó en diciembre a Transportes Gonzalía la autorización precaria que le había dado para cubrir la traza Savio-Belén. El acuerdo se logró en la instancia judicial, ya que La Central de Escobar había iniciado acciones contra los concejales. En pleno litigio, el en ese momento concejal y actual secretario de Gobierno, José Rognone (Savio), se había encadenado en las puertas del Palacio Municipal para reclamar que el entonces intendente Silvio González defina la polémica licitación.
