lunes, 19 de mayo de 2008

LANDAU, EN UN ACTO, REAFILIO AL INTENDENTE

El justicialismo festejó
el regreso de Guzmán

A puro fervor, el Partido Justicialista de Escobar festejó el jueves con un gran acto la reincorporación ahora oficial a sus filas del intendente Sandro Guzmán, quien dejó así definitivamente sepultado su reciente historial político junto al ex comisario Luis Patti.
"Vuelvo a ser peronista porque lo llevo en el corazón", exclamó enfático el jefe comunal para regodeo de Jorge Landau, que parado a su derecha aplaudía cada arenga suya. "La unidad tiene que ser sin rencores, olvidando de dónde venimos y las historias que nos separaron en el pasado. Debemos mirar hacia el futuro", alentó el diputado nacional K de Ingeniero Maschwitz, quien casualmente fuera el brazo ejecutor del desembarco de Patti en la Intendencia de Escobar, en 1995, también por el justicialismo.
El acto que mostró por primera vez juntos en público a Guzmán y a Landau se desarrolló el jueves a la noche en un Centro de Jubilados Ferroviarios de Belén colmado de júbilo y con invitados de todos los linajes. Sentados en primera y segunda fila, los concejales del Paufe, incluido el autoreivindicado radical Julio Sergiani, que al paso del intendente saltaron al kirchnerismo. En la tercera, poco visible, Luis Carranza, actual presidente del PJ local y principal adversario de Guzmán en las últimas elecciones. Desperdigados por el salón, Hugo Parsons, Jesús Angioi, Emilio Orbegozo, Luis Pardo, Horacio Fandiño y algunas otras caras, ya menos referenciales, del peronismo que manejó los destinos de Escobar desde 1987 hasta 1995, a quienes Patti barrió de la escena con su llegada.
También estaban el actor Alberto "Paco" Fernández de Rosa, el desaparecido-liberado Luis Gerez, funcionarios comunales -ausente el sanfernandino jefe de Gabinete, Walter Blanco, clave en las negociaciones para el acuerdo con Landau- y dirigentes zonales de Utedic, Gastronómicos, Smata, Sadoc, Bancarios, CGT y otros gremios. El resto, empleados municipales y militantes de agrupaciones que responden al gobierno y a la mesa distrital "Victoria Peronista" que en nombre de Landau preside María Rosa Pereyra.
La excusa del encuentro era reafiliar a Guzmán al PJ, quien había sido excluido del padrón al pertenecer al Paufe de Patti. El intendente, tras completar y rubricar la ficha de afiliación, reveló que descubrió el justicialismo cuando su padre le pegó "una gran paliza" en reprimenda a su alegría por no tener que ir a la escuela a causa de que había muerto Juan Perón. "Este partido ha salvado muchas veces a la Nación y ahora va a salvar a Escobar. Yo vuelvo a ser peronista porque lo llevo en el corazón, no hay ninguna obra, por más valor que tenga, que a mí me pague esta vuelta al justicialismo", aseveró.
En su discurso, el primer intendente de Escobar surgido desde Garín destacó algunos avances de su gestión como haber saneado "casi las tres cuartas partes" de los doce millones de deuda que heredó de la administración de Silvio González, una obra de pavimentación iniciada en Maschwitz y su programa de desarrollo educativo. Y así como lo había hecho en abril cuando inauguró las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, volvió a plantear una especie de intento desestabilizador en su contra de sectores a los que no identificó. "Desde el primer día que asumimos no dejaron de atacarnos", afirmó, tras lo cual denunció la existencia de "una conspiración que se dedica a hablar de nuestros hijos, de nuestros amigos, a amenazar, mentir y difundir en los barrios cosas de nuestros concejales y de mi equipo. No somos un gobierno frío y les vamos a responder con grandeza, con obras", completó desafiante.
Landau, por su parte, arrancó su mensaje con especiales agradecimientos a los concejales Elio Miranda y Maximino Conca, respectivamente presidentes del Concejo Deliberante y del bloque oficialista, destacó igualmente a su referente territorial María Rosa Pereyra y calificó al acto de "inolvidable".
"La unidad tiene que ser sin rencores, olvidando de dónde venimos y las historias que nos separaron en el pasado. Escobar va a salir adelante, porque necesita de la Provincia y de la Nación para hacer la mejor gestión. Debemos mirar hacia el futuro", postuló el diputado y a la vez diestro apoderado del PJ.
"La idea no es que Sandro se alinee conmigo o yo con él, los dos nos alineamos para trabajar en conjunto detrás de la gestión de Cristina y Scioli. Este es un acuerdo que no tiene precio, no vale cargos en el Ejecutivo, en el Consejo de Partido, no vale negocios, no vale nada. Vale el corazón que le vamos a poner Sandro y yo para que esto salga adelante", aseguró Landau. Y en esa misma línea, avisó: "Cuando llegue el momento de discutir las candidaturas, él y yo nos vamos a reunir para decidir entre nosotros lo que creemos que es mejor para todos".
En su frase final, el hombre que permitió la apertura del PJ a ese hijo pródigo que simboliza hoy Guzmán, prometió. "Vamos a estar a la altura de las expectativas de ustedes. Hoy comienza un camino hacia el futuro, Dios nos va a acompañar para que podamos sentirnos orgullos de ser escobarenses y peronistas".
Dado este paso que significó la presentación oficial del intendente en el espacio del justicialismo, lo que viene en la agenda política es la discusión por el reparto de cargos en el Ejecutivo a los distintos sectores, donde probablemente sean sacrificadas algunas cabezas del pattismo que todavía sobreviven, y la definición de la interna por el Consejo de Partido, que muestra a Guzmán como el candidato más conveniente para garantizar la unidad.
Ciro D. Yacuzzi