martes, 21 de octubre de 2008

EL FAMOSO ACTOR COLABORA CON LA GESTION GUZMAN

De Rosa tiene nuevo
papel: lobbista oficial

El año pasado protagonizó la escena política escobarense con las derivaciones del resonante secuestro de Luis Gerez -militante de su agrupación- y una precandidatura a intendente que depuso en un vano intento por lograr la unidad del kirchnerismo. Pero con el regreso de Sandro Guzmán al PJ, el actor Alberto "Paco" Fernández de Rosa asumió un papel de reparto cuyo libreto consiste en traficar influencias -léase, "hacer lobby"- para que Escobar y sus autoridades tengan abiertas las puertas de la Gobernación y de Balcarce 50.
De esta nueva misión política que está desarrollando y del rumbo que va tomando Escobar, De Rosa dialogó con El Mensajero en su casa de Ingeniero Maschwitz.
- ¿A qué se está dedicando políticamente?
- En cuanto el intendente asumió, me puse a su disposición porque veía en él un espíritu de superar la etapa anterior, del Paufe, y romper con el aislamiento de Escobar. Fui muy criticado por mis compañeros del Frente para la Victoria por haber ido a su asunción, pero siempre pensé que había que priorizar el distrito. Y que si existía la posibilidad de superar una etapa, había que estar ahí, apoyar eso, y que saliéramos de un estado que para el distrito era malo. A partir de ahí me constituí en una especie de agente de relaciones públicas del Municipio, que tenía totalmente cortadas las relaciones con la Provincia y la Nación. Hice varias cosas: armé una comida con intendentes de la primera sección electoral donde se armó un buen vínculo con Sandro, lo acompañé a visitar a unos cuantos ministros y por supuesto que también a mi compañera y referente, que es Cristina Alvarez Rodríguez. Hasta ahora, la gestión en Provincia ha sido muy dura, con muchos problemas de recursos, como se ha visto en el conflicto con los docentes. Haciendo este lobby para el distrito hemos logrado que se vaya a reabrir el paso a nivel alternativo de Savio. Y también estoy gestionando algunas cuestiones con la Dirección General de Escuelas.
- ¿Cómo nota que reciben a Escobar en los despachos provinciales y nacionales?
- Creo que pasa como con la parábola del hijo pródigo. Había una versión que temía que hubiera desconfianza o un trato no muy abierto, pero en general los compañeros que están en esos cargos se alegran de que haya un distrito que vuelve.
- ¿El hijo pródigo de su analogía sería Escobar, que vuelve a ser justicialista, o Sandro Guzmán, que dejó el pattismo para regresar al PJ?
- Hay como una identificación. Para todos los que más o menos militamos, siempre fue claro que había una contradicción entre algunos sectores del Paufe y el sector de Sandro, esa fue una tensión que siempre existió. Pero yendo a la pregunta, a Sandro se lo recibe muy bien y hay una cierta satisfacción de haber "recuperado" el distrito.
- ¿Qué aspectos destaca de la actual gestión municipal y qué cree que le falta?
- Una cosa muy efectiva es haber superado la deuda, que era un tema pesado. Ha sido certero haber buscado buenos profesionales, haber recuperado muchas partidas que no se cobraban, haber propuesto un sacrificio y aumentar las tasas, aunque sea duro, porque había que ponerlas a tono. Creo que eso es un buen punto de partida. La manera en que apoya Sandro las manifestaciones culturales es algo nuevo, piola, que hace mucho que no se veía en Escobar. También hay muchas obras, aunque nos falta mejorar los asfaltos, sobre todo en las entradas a las escuelas. Ahora se está trabajando en la interconexión de las localidades, en la bajada de un hospital, que logramos que la Provincia nos lo ofrezca, y estamos con un pedido importante a TBA, para que nos ceda algunos predios. Por ejemplo, en Matheu queremos usar el galpón para hacer un lugar de actividades culturales y resolver el estacionamiento de los camiones que usan los cartoneros; y en Escobar quisiéramos ver si se puede usar un espacio de la plaza de la estación para hacer una playa de estacionamiento. Creo que hay claridad con respecto a lo que hace falta.
- ¿Qué tan determinante es para Escobar tener diálogos con la Provincia y la Nación cuando después, en la realidad pura, se encuentra con una Gobernación que ni siquiera puede pagar sus sueldos, como usted recién apuntaba?
- Hay dos cosas que son importantes. Primero, estar en igualdad de condiciones con el resto, que no lo estábamos. Y después, hay un 25% de las soluciones que no tienen que ver con la parte económica sino con la tramitación, con la asociatividad. Eso, por lo menos, está resuelto. Estar en igualdad de condiciones y tener ahora una capacidad de gestión en el seno de la Provincia y de la Nación, igual que los demás, es un progreso grande.
- ¿Cómo explica que la unidad del kirchnerismo escobarense haya sido posible después y no antes de las elecciones?
- Que con los votos exista un liderazgo claro, ordenó. Mientras no estaba convalidado, era más difícil. Además, antes estaban el Paufe y el PJ, que ahora es el partido de gobierno, y eso ayuda. El peronismo, en general, es disciplinado. Creo que eso es lo que ha pasado: se han revalidado los títulos. Ahora, la apertura de Sandro ha sido clarísima y generosa, no dejó a nadie afuera.
- ¿Y a qué se debió que usted le diera su apoyo a Guzmán cuando todavía no se había ido del Paufe?
- Mi objetivo político, y el de los compañeros que están conmigo, era que Escobar superara una etapa. Si había una contracción, había que ponerse del lado de esa contradicción trabajando adentro. Desde afuera no ayudábamos y esa posibilidad existía, entonces había que estar y empujar uno de los polos de la contradicción. Eso es lo que hicimos. El Paufe tuvo su periplo y, como un partido de características comarcales, sufrió este proceso que sufrió y tuvo una última etapa que para el distrito no fue positiva. Esa fue la lectura política que hicimos, a la que ayudó mucho una actitud de Sandro muy abierta. Además, hay que poner en la balanza un componente humano y a mí Sandro, como persona, siempre me inspiró confianza.
- Justamente, recuerdo que en una entrevista que le hice en febrero del año pasado usted dijo textualmente: "Ojalá Sandro fuera uno de mis militantes". ¿Terminó dándose al revés?
- Sí, se dio al revés. Podría haber sido una situación difícil y, justamente, el factor humano hizo que no lo sea. Desde el punto de vista de la estructura municipal, yo me puse a las órdenes de Sandro porque me parece que es lo que corresponde.
- ¿Cree que para Escobar pueda significar algún beneficio adicional el hecho de que la ministra de Infraestructura de la provincia sea media vecina del distrito?
- Lo que he visto hasta ahora es que Cristina Alvarez Rodríguez se puso muy enérgica en que el COPROVI se reuniera con Autopistas del Sol y con las autoridades municipales. Eso se logró y está todo el proyecto de la ruta 26 prácticamente aprobado. Hay perfeccionado todo un pedido de luminarias bastante grande y eso fue una orden directa impartida por ella. Yo no puedo decir si nos pone en ventaja o no, pero puedo decir que le he visto una intervención muy enérgica en esos temas, así como en lo que tiene que ver con el Botánico provincial de Maschwitz. Y también hay una frecuentación, porque me atrevería a decir que Sandro ha tenido más reuniones con la ministra de Obras Públicas de la provincia que otros intendentes de Escobar y ahora hay muchas carpetas del distrito en el ministerio.
- ¿En qué quedó "Pensar Escobar"?
- Fue un capítulo de mi ONG, el Instituto de Estudios Históricos y Sociales Iberoamericano, vinculado a la etapa de generar un espacio político con Cristina, con Hugo Cantero y otros. Un capítulo que yo considero terminado. Creo que fue muy positivo, dio mucho, pero tenía que terminar, porque había cumplido su ciclo. Además, tenía un cierto contenido confrontativo que no tiene que ver con esta etapa nuestra en el Municipio. Ahora estoy trabajando bastante activamente en la Escuela de Dirigentes, con la que hemos hecho algunas cosas y vamos a preparar charlas sobre políticas públicas, como hacíamos con "Pensar Escobar" pero no tan emparentado con un hecho eleccionario.
- ¿Son más las relaciones que cortó o que mantuvo con quienes lo acompañaban en "Pensar Escobar"?
- Son muchos más los que están que los que no están. Hugo Cantero, que era básico, con el acuerdo político que establecimos entró en Cultura y Educación y hoy es el secretario de Gobierno. Con Cristina, que fue la que me inspiró y alentó para que lo hiciera, sigo teniendo un contacto permanente. Y así con casi todos. En ningún caso hubo un rompimiento sino una separación de común acuerdo. No nos tiramos los platos por la cabeza ni nos robamos las llaves de las propiedades. Y eso no quiere decir que haya una etapa en la que, frente a determinadas circunstancias, podamos tener una alianza.
- ¿Se arrepintió de su alianza electoral con "Larry" Biaggioni?
- ... Es una pregunta difícil. Uno se puede arrepentir de aquello para lo que tuvo posibilidad de elección. Pero esa era una circunstancia que ni "Larry" ni yo podíamos obviar. Yo me bajé para provocar una alianza, invité a eso, mientras que Raúl estaba hablando de la unidad. También llamamos a otros sectores, pero no hubo suerte, no se pudo acordar. Lo que intentamos hacer con él fue crear un espacio para que la unidad se diera, aunque Sandro hubiera ganado igual. Uno siempre revisa y se cuestiona, pero estoy tranquilo con mi conciencia. Creo que haberme emperrado en seguir de candidato hubiera sido un disparate.
- A usted que lo vivió tan de cerca, ¿qué reflexión le merece que, a dos años de haber ocurrido, el caso de Luis Gerez no solo que no fue esclarecido sino que la investigación no avanzó siquiera al punto de poder demostrarle a los sectores de la sociedad más descreídos que el secuestro efectivamente existió?
- Lo que vengo viendo en los últimos tiempos es un avance de la Justicia, en general. Se ha logrado avanzar mucho en la defensa de los derechos humanos, está en debate permanente el tema del delito y creo que la Justicia está cambiando los parámetros de funcionamiento para eso. Yo trato de tener una mirada optimista sobre el tema, porque tomo estas señales de la Justicia de mandarse y jugarse más, aunque desearía que en este caso hubiera, cuanto menos, una hipótesis más fuerte que otra. Creo que todavía falta mucho y que hechos como el de Luisito no puedan ser esclarecidos es el saldo faltante.

Otros temas
Además de su función como "agente de enlace" del Municipio, De Rosa está metido de lleno en el desarrollo del Jardín Botánico de Ingeniero Maschwitz, inaugurado el año pasado y del que es uno de los principales promotores. Según sus cálculos, el predio, de más de 40 hectáreas, estaría abierto al público a fines de 2009. Pero ya se está trabajando en diversas mejoras, gestiones y convenios con el INTA, la Reserva Otamendi, las universidades de Buenos Aires y de Luján, Temaikèn y la Fiesta de la Flor. "Es algo que me tiene muy motivado", cuenta. Por otra parte, sería posible un regreso suyo al teatro, en una obra de la que está estudiando su texto. De la televisión, que lo hizo famoso, abunda en críticas: "Le falta creatividad", dispara. Y se queja de que los canales informan según los intereses y conveniencias de sus empresas: "No les pido objetividad, porque es algo que no existe, pero por lo menos que desde su propia perspectiva cuenten los hechos sin macanear ni manipular la información, que piensen en el espectador", plantea.