y explicó el caso Pinamar
De regreso a Escobar tras dos semanas de estadía en la ciudad balnearia, el ahora jefe de Gabinete de ambos municipios, Walter Blanco, explicó al bloque de concejales oficialista las razones de su desembarco y el de otros funcionarios locales en la comuna que gobierna Rafael Devito, el sucesor de Roberto Porretti.
Tal como había manifestado la semana pasada en sus declaraciones a El Mensajero desde Pinamar, el funcionario oriundo del municipio San Fernando argumentó que ante la situación de emergencia institucional en que se vio el gobierno de Devito, por la grave enfermedad de dos altos jerárquicos, se solicitó ayuda a Escobar, con cuyas autoridades se había establecido una relación de trabajo de cara a un convenio de cooperación recíproca.
Ante lo expuesto, partieron rumbo a Pinamar -no se sabe que hayan solicitado licencia en Escobar- un grupo de escobarenses entre quienes estaban Blanco, el subsecretario de Hacienda e Ingresos Públicos, Miguel Belaustegui; el Jefe de Hacienda, Jorge Fossati Scopazzo; el director general de Grandes Contribuyentes, Nelson Bermúdez. Estos tres últimos, según trascendió, quedaron en Pinamar, por lo que dejarían de cobrar por sus cargos en Escobar. Belaustegui, en cambio, pasaría a desempeñarse como asesor del equipo de gobierno de Sandro Guzmán, aunque se desconoce si su tarea será remunerada o ad honorem.
La nómina de funcionarios expatriados se amplió con el viaje de la directora de Compras y Suministros, Mirta Zapiola, que dejó su cargo libre en Escobar.
Blanco, según explicó a los concejales justicialistas en la reunión del martes a la tarde en el Concejo Deliberante, seguirá ostentando su doble rol de jefe de Gabinete, yendo y viniendo de una comuna a otra, aunque en Pinamar lo hará ad honorem.
Asistentes a la charla consultados por El Mensajero coincidieron en reconocer que los ánimos del martes no fueron los mejores. Por caso, el presidente del bloque oficialista, Luis Carranza, hizo enérgicos planteos a Blanco sobre algunas cuestiones vinculadas a la gestión local, que recibieron una contestación del mismo tenor.
Así, con varios interrogantes por despejar y algunas claridades que intentaba aportar al cierre de esta edición un extenso comunicado oficial -se ampliará la semana que viene-, el caso Pinamar-Escobar sigue sin cerrar.
Ciro D. Yacuzzi
