lunes, 15 de septiembre de 2008

HABLA SU SECRETARIA GENERAL, LIDIA AMARILLO

El socialismo no nota
cambios en la gestión

Mientras que hace rato que socialistas y kirchneristas se dan la mano en el gobierno nacional, en Escobar sus dirigentes ni siquiera tienen diálogo. A la pregunta sobre esa contrariedad y a otras respondió sin vueltas y fiel a su frontal estilo la secretaria general del socialismo en el distrito, Lidia Amarillo, en una entrevista con El Mensajero.
- ¿Cómo tomó que Aída Holtz dijera que le gustaría sumar a la Coalición Cívica a gente como usted?
- Desde lo personal, estoy agradecida de que me tenga en cuenta. Políticamente, estamos en una oposición total. Los socialistas fuimos los primeros referentes del ARI en Escobar, cuando el radicalismo echó a Carrió por haber votado en contra de la reforma laboral. Después nos fuimos de al lado de ella porque se había derechizado y empezaba a defender los grandes capitales, mientras que nosotros estamos para defender al obrero. Entonces, desde la parte política no podemos estar juntas. Y menos en este momento, donde la Coalición Cívica vota en contra de la restatización de Aerolíneas, de las jubilaciones móviles y a favor de los terratenientes del campo. Lo primero que uno tiene que decir es la verdad: Aída y yo somos dirigentes políticas, no somos la vecina común, y no podemos confundir más a la gente. Nuestra obligación es transformar a la sociedad.
- Más allá de las discrepancias que las separan en temas nacionales, ¿no cree que gente como usted o Holtz puedan comulgar en una mesa política escobarense?
- Hace muchos años que el Partido Socialista, en todos los niveles, ha ido con alianzas. Seguramente que nos hemos equivocado o que gente a la que acompañamos cambió, pero hace mucho venimos proponiendo un frente escobarense. Y realmente en la elección anterior ya no tuve más paciencia, porque la verdad es que a los de Escobar no nos interesa ir juntos. Si fuera así, ya lo estaríamos, pero a cada uno le gusta verse en las fotos y con su nombre estampado en una pared. No tomamos la decisión de ir juntos para hacer una transformación y creo que sufrimos de un gran personalismo. Si los que nos creemos buena gente hubiésemos tenido esta humildad de armar un frente, la gente nos hubiese acompañado, porque en esta elección se vio que la gente quería un cambio.
- ¿Descarta totalmente que sea posible un frente escobarense?
- Nunca se descarta, pero será de la decisión personal de dejar de obedecer los mandatos de arriba. Después decidiremos si acompañamos a alguien o vamos con una boleta solamente municipal. Esto se puede, y la prueba está con (el intendente) Martín Sabatella en Morón, que le ganó a (Juan Carlos) Rousselot desde su concejalía por el Frepaso. Hay que tener voluntad política y humildad. A mí no me interesa que vaya mi nombre en la boleta.
- Que el intendente Sandro Guzmán haya roto con Luis Patti y regresado al PJ, ¿significó un cambio para Escobar? ¿Cómo ve la gestión de gobierno municipal?
- Nosotros no vemos absolutamente ningún cambio. Uno puede pasar por muchos partidos, pero el problema es la ideología que tengas. No se puede estar en un partido como el Paufe, totalmente totalitario, y ahora decir alegremente que se pasa al kirchnerismo. Lo que Guzmán tiene que demostrar es que ha cambiado de ideología, porque lo único que ha hecho hasta ahora es cambiar de silla y hace doce años que viene gobernando. Debería convocar a otra gente, que realmente quiera hacer un Escobar distinto, turístico, con microemprendimientos. Yo no veo guarderías municipales para que las madres puedan trabajar, no veo cooperativas de viviendas ni de redes de cloaca, agua ni gas. Y si esos cambios no se hacen de entrada, después se complica mucho más.
- Si ustedes participan del gobierno nacional, ¿por qué eso no se traduce en el orden local, siendo que se trata de un mismo signo político?
- Justamente porque no podemos participar de una conducción municipal que no tiene un verdadero interés de cambio. No alcanza con decir que Sandro Guzmán se pasó al kirchnerismo. Lo que uno apoya a nivel nacional es el modelo de país que queremos y la unión latinoamericana. En esta continuidad de ideología no nos interesa estar.
- ¿Para ustedes la prioridad es lo social?
- Sí, porque la bandera del Partido Socialista Internacional es la justicia social. Nuestra lucha es la igualdad de oportunidades.
- Formar parte del gobierno nacional, ¿ha fortalecido políticamente al socialismo o le afectó su identidad?
- Nos ha fortalecido en volver a estar al lado de la gente, porque eso es lo que permite la gestión. Nuestra identidad no la debilita porque somos independientes y si tenemos que criticar al gobierno, lo hacemos. Pero nosotros creemos en este modelo y somos una parte muy importante para que el gobierno pueda tener el apoyo latinoamericano. La realidad es que no nos convocaron porque somos muchos sino por tener estos lazos socialistas con Evo, Chávez, Lula y Tabaré. Por eso es importante para este gobierno tener a los socialistas de la provincia de Buenos Aires.
- ¿Qué criticas le haría al gobierno de Cristina?
- Quizás hay decisiones que uno quisiera que sean más rápidas. Y una de las grandes críticas que le hacemos es el proyecto del tren bala.
- Usted es congresal provincial y estuvo en los incidentes del congreso del sábado; ¿le dolió que el socialismo protagonizara un episodio de violencia como el que se dio?
- Sí, lógicamente, para nosotros esto no es algo acostumbrado. Pero no es más que lo sucede habitualmente en otros partidos, solamente que hace años que la gente no está acostumbrada a ver así a los socialistas.
- ¿Confía en que puedan impedir la reforma de la carta orgánica y la intervención del partido en la provincia?
- Lo va a decidir la Justicia. Nosotros pedimos elecciones internas para noviembre, porque no hay nada mejor a que esto lo decidan los afiliados.
- ¿Y todo esto daña o fortalece?
- Moviliza, que también es importante.