lunes, 22 de septiembre de 2008

OSVALDO FERNANDEZ, EX DIPUTADO PROVINCIAL

De actor protagónico
a espectador neutral

Fue delegado municipal de Ingeniero Maschwitz, presidente del Concejo Deliberante, diputado provincial hasta diciembre pasado y candidato a intendente en 2007 por su partido vecinal Fuerza de Integración Escobarense (FIE). Pero de ese ritmo vertiginoso que le demandaba la rutina política, Osvaldo Fernández pasó este año a una vida cuanto menos silenciosa. En gran medida porque las elecciones significaron un duro golpe para él -salió séptimo, con un 2,7% de votos-, pero también por otros motivos.
Cuenta que debió recomponer diversos asuntos para estar más tiempo con su familia, con la que en abril sufrió un traumático asalto en su vivienda de la calle Santiago del Estero, y que volvió con renovado entusiasmo a su actividad desde hace 28 años, en el gremio ASIMRA (Asociación Supervisores Metalmecánicos de la República Argentina), del que hoy forma parte de su consejo directivo nacional. Repuesto de una intervención quirúrgica a la que se sometió semanas atrás, Fernández recibió la visita de El Mensajero y habló sobre el nuevo panorama político que se vive en Escobar, su revés electoral y el futuro de FIE, entre otros temas.
- Para empezar por el principio, ¿le dejaron un sabor amargo las elecciones del año pasado?
- Obviamente, porque uno trabajó con mucha seriedad tanto en los cuatro años como presidente del Concejo Deliberante como en La Plata. Trabajé con honestidad, seriedad, responsabilidad, atendí y le cumplí a la gente, tuve mi casa abierta a todos y naturalmente esperaba que el resultado fuera distinto. El error político, que con mi experiencia no me perdono, es haber creído que con una lista vecinal, con buenos candidatos, estructura y presencia en la calle, podíamos tener un resultado muy bueno. Nos equivocamos enormemente. A lo mejor hubo exceso de confianza y una cuota de soberbia. Pero a veces un cachetazo, en cualquier orden de la vida, sirve para reflexionar. No sé cuántos años tardará en perfeccionarse la democracia para posibilitar que las elecciones municipales sean desdobladas, para que los candidatos a intendente podamos participar de una elección mano a mano, en un plano de igualdad, sin estar colgados de las polleras o los pantalones de nadie. Esto haría que la gente se interesara mucho más por su distrito.
- ¿Cómo ve hasta acá la gestión del intendente Guzmán y cómo tomó su pase del Paufe al kirchnerismo?
- No sé las razones íntimas por las cuales se abrió de Patti. A lo mejor no podría juzgarlo porque yo también me abrí de él, aunque no lo niego como hace mucha gente. Con Sandro tenemos una amistad, fuimos muchos años compañeros de trabajo, tengo mucho respeto por él y empiezo a ver que la gestión está arrancando. Espero que Escobar reciba del gobierno nacional y del provincial los apoyos que tiene que recibir. Mi deseo es que la gestión de Sandro sea exitosa, y creo que es lo que esperamos todos los escobarenses.
- ¿Está mal que haya designado a tantos funcionarios de otros distritos, o en todo caso se deberá juzgar si son capaces de aportar buenos resultados a la gestión, sin cuestionar donde viven?
- Naturalmente que esto no gusta, no es grato, porque hasta podría parecer irrespetuoso con gente que uno piensa que debe haber capacitada en el partido de Escobar. Sé que hay algunos funcionarios de otros distritos que tienen una experiencia en determinadas cosas que a lo mejor no las tenían funcionarios de acá, o había que prepararlos. No es lo mejor, pero si en algún momento se miden resultados y se ve que esto sirvió, habrá sido un acierto del intendente. Si no funcionara, será un doble desacierto del intendente. Los gobiernos se miden por la gestión.
- Si Guzmán lo convoca, ¿acepta?
- Con Sandro estuvimos charlando. No sé, es un tema que deberíamos evaluarlo. Creo que tengo una experiencia que aquilaté en el tiempo y que podría ser útil para el distrito. Hoy quiero dedicarme a cuestiones que me habían quedado pendientes, a estudiar y a crecer. Realmente no lo pensé, veremos qué pasa.
- A usted le tocó presidir el Concejo Deliberante cuando el oficialismo y la oposición empataban en diez bancas. ¿Ve riesgos institucionales en la relación de fuerzas actual, que es prácticamente de 19 a 1?
- Siempre es saludable un mayor equilibro. Yo soy un crítico de sistemas como el de cociente electoral, donde el partido que gana se lleva una cantidad desproporcionada de bancas. Siempre estuve en desacuerdo y he presentado proyectos al respecto en la Cámara. Creo que la pluralidad hace al crecimiento y que es la razón de ser de la democracia. El tiempo indicará si esta cuestión sirve para Escobar o genera perjuicios. Si se maneja criteriosamente, no hay riesgos.
- ¿Qué opina de que Patti esté preso?
- Yo comparto que los delitos de lesa humanidad no tienen que prescribir en el tiempo. En el caso de Patti, todos sabemos que había sido sobreseído por falta de mérito o por el paso del tiempo en las causas que lo implicaban. Hoy Patti no está condenado, está sufriendo una prisión preventiva ante una semiplena prueba de los delitos que se le acusan. Tendrán que probar en un juicio oral los delitos que le están imputando y sería bueno que esto no se dilate en el tiempo. Yo no invierto la carga de la prueba: como a toda persona, hasta que no se le pruebe su culpabilidad, es inocente. Todos nos debemos someter a la Justicia, no opino de esto políticamente.
- ¿Cómo ve al país y a Cristina?
- Al país lo venía viendo bien, fortaleciendo sus reservas, bajando los índices de desempleo, creciendo la industria, la construcción. Como todos dicen, y el propio gobierno lo admite, falta una equitativa distribución de ese crecimiento. Probablemente la gente notó mucho menos la bonhomía de ese crecimiento en términos reales que lo que se expresaba a través de las estadísticas. Pero el gobierno lo reconoce como una asignatura pendiente; aunque está hace cinco años, bueno es que lo reconozca. Lo que se está haciendo con el INDEC me parece similar a cómo se cerró con el tema del campo. Y si quiere modificar esta situación, tiene que aprender a buscar consensos. El autoritarismo es un error. Hoy el problema del país no es económico, es político. Es una lástima que cuando las condiciones están dadas para que nos vaya mucho mejor, no aprovechemos este momento excepcional para crecer más y mantenernos de pie.
- ¿Y cómo observa a la provincia?
- Es un correlato de todo esto, con problemas muy graves en educación, salud, seguridad, y sin grandes obras de infraestructura. Para que los números le cierren debe recuperar los ocho puntos de coparticipación histórica que perdió. Los presupuestos se votan previendo un déficit en el orden de los tres mil millones de pesos y la situación es bastante comprometida.
- ¿Lo ve a Scioli con la personalidad necesaria para reclamar por la redistribución de los fondos nacionales coparticipables?
- No solamente depende de él. Hay que ver si todos los diputados están de acuerdo en dar esta pelea o dispuestos a acompañarla. Lamentablemente en esto muchos pueden ver su perjuicio territorial y no quieren hacer olas sobre este tema, que es una de las grandes asignaturas pendientes. Siempre se quieren modificar las cosas cuando se es oposición y no siendo oficialismo. Ese es el problema.
- ¿Qué va a pasar con usted y FIE?
- La idea es seguir manteniendo nuestro partido, que tanto esfuerzo nos costó crearlo. No creo que volvamos a repetir la experiencia de ir solos; después de lo que nos pasó no es aconsejable. Quizás conversemos para formar parte de algún frente.
- ¿Tiene ganas de dedicarse a construir políticamente?
- Uno al principio dice que no, pero esto es como una pasión. Cuesta, porque uno tiene una vocación de querer mejorar las cosas y que el distrito crezca. Es difícil abstraerse y no participar. En principio estoy en una etapa de reconstrucción de mis temas laborales, familiares y personales. Después veremos...