lunes, 1 de septiembre de 2008

MANO A MANO CON EL DIPUTADO NACIONAL JORGE LANDAU

El corazón en Escobar
y la mente en el país

A los 61 años, Jorge Alberto Landau es el político escobarense con más pergaminos. Ejerció la Intendencia entre junio de 1998 y febrero del año siguiente y se postuló como candidato al mismo puesto en dos elecciones, fue concejal, presidente del PJ local, jefe de la Dirección Nacional del Registro Automotor y titular de la Zona Franca de Buenos Aires. Hoy transita su segundo mandato de diputado nacional y es apoderado del justicialismo a nivel nacional y provincial, lo que le permite tener una amplia mirada sobre la realidad política del país y también de su pago chico. En un diálogo a solas con El Mensajero en su quincho de la casa que habita en Ingeniero Maschwitz desde 1982, el abogado, legislador y dirigente habló del país y de Escobar en pasado, presente y futuro.
- Doctor, ¿hacia dónde va el país?
- Argentina está en una muy buena situación en el mundo, porque tiene una estructura económica armada que le permite sobrellevar bien los distintos avatares que tiene. Es eficiente en la producción de determinadas áreas, especialmente las que tienen que ver con la actividad agropecuaria, que siempre lo ha sido pero que a lo largo de los años ha tenido capacidad para ir adaptándose al negocio mundial. También hay otros sectores eficientes, determinadas producciones industriales como los automotores. Argentina, en muchos aspectos, es muy eficiente. Lo que tiene es que en otros es muy ineficiente. Si Dios quiere, en dos años más estaremos cumpliendo un ciclo de diez años de crecimiento, que el país nunca tuvo. Eso llevaría a un crecimiento acumulado cercano al 100%, o sea, haber duplicado el PBI. Los argentinos hemos pasado casi la misma cantidad de tiempo bajo gobiernos de facto que elegidos por el pueblo. Eso significa que es un país acostumbrado a la intolerancia. Haber mantenido desde 1983 una continuidad en la vida institucional marca que la Argentina está mejor. Estamos en una etapa de transformación estructural profunda. Y en condiciones macroeconómicas óptimas para continuar en ese tren por décadas. Eso no quiere decir que estemos bien en todas las cosas. Pero veo un buen futuro.
- ¿Cómo vivió el conflicto del gobierno con el campo? ¿Usted comparte que se lo haya llamado golpista y desestabilizador?
- El problema agropecuario comenzó como un problema sectorial, de ingresos. Como se fue dilatando en el tiempo, la inexistencia de una oposición política estructurada hizo que el rol de la oposición fuera asumido por las entidades del sector agropecuario. Efectivamente, creo que como en Argentina no hay más puertas de cuarteles a las que golpear todo ese movimiento no terminó en pronunciamientos de jefes de guarniciones, como pasó en otras oportunidades.
- El voto del vicepresidente Cobos en el Senado, que derogó las retenciones móviles, ¿lo toma como una cuestión de lealtad a sus convicciones o una traición a la presidenta y al gobierno?
- El presidente del Senado tiene doble voto precisamente para ayudar al gobierno del cual forma parte y que es el que votó la gente. Cuando él vota así, lo que está haciendo es no cumplir con el mandato popular. Lo que éticamente hubiera correspondido es que se abstuviera, toda vez que concebía las cuestiones de manera diferente al gobierno nacional. Lo que yo veo es que si Borocotó, que fue electo por el PRO, vota a favor del gobierno, se dice que es un criminal político, pero si Cobos lo hace en contra del gobierno, es un héroe nacional. Lo que hizo Cobos fue traicionar el mandato y a la institución de la vicepresidencia. Y lo que hace a posteriores me parece todavía peor: querer recorrer el país con su propio proyecto político, aunque no tiene viabilidad, me parece una chantada total.
- Antes que Cobos, en la Cámara Baja, también Solá votó en contra. ¿Opina lo mismo de su caso?
- Lo de Solá es otra cosa, porque desde un principio dijo en privado y en público que estaba en contra del proyecto. Sus razones me parecieron valederas. Pero tres días antes de la sesión, en una reunión de bloque ante más de cien diputados, yo entre ellos, dijo que igual iba a acompañar la resolución 125, por disciplina de bloque. Y después cambió el voto. De ahí que Kunkel le haya dicho traidor, porque se había comprometido a otra cosa. Pero lo de Felipe lo valoro de manera diferente, aunque en realidad lo que se plantea es un proyecto personal de otras características.
- Ahora el rol del Parlamento parece revitalizado y hace unos días se dio en Diputados una amplia discusión nacional sobre la estatización de Aerolíneas, de la que usted participó. ¿Cómo vivió ese proceso?
- Todo lo que implique que el Poder Legislativo tenga incidencia y participar de la formación de una voluntad colectiva me parece importante. Haber podido incluir algunas modificaciones de tipo técnico en la ley me hizo sentir bien, es algo que me gratifica.
- ¿Hay en el país un doble comando, o un comando bicéfalo, como muchos piensan?
- El que dice eso es Duhalde para desacreditar a Cristina. Ella participaba en la mesa chica cuando su marido era presidente, daba sus opiniones, que eran tenidas en cuenta, y formaba parte del gobierno. Por eso decía que no era la primera dama sino la primera ciudadana, siempre tuvo su propio perfil y defendía al gobierno desde el Congreso. Lo que está dándose ahora es que él trata de defenderla desde el Partido Justicialista y de adaptarse a un mejor funcionamiento institucional. Naturalmente, no le resulta fácil. Pero ella tiene una idea distinta de gestión.
- Mauricio Macri, Eduardo Duhalde... ¿serán ellos los principales adversarios electorales del kirchnerismo en 2011 sino en 2009?
- Para 2011 lo veo a Macri como un posible candidato. A Duhalde no, lo veo más como operador político, creo que no volverá a ser candidato. Va a tratar de reservarse a sí mismo como el salvador para casos de caos institucional, de hombre de reserva para eso, porque así se concibe él y ese fue el rol que tuvo en 2002 y va a querer trabajar para esa situación. ¿Si para generarla o intervenir? Y... yo creo que un poco y un poco. Su única posibilidad de incidir es esa. No hay que olvidarse que en una situación verdadera de caos como la de 2002 él fue el único tipo que puso lo que tenía que poner y sacó este país adelante. De Duhalde me quedo con esa imagen. No solo porque lo acompañé en esa tarea sino porque creo que fue muy bueno para la Argentina. Pero una cosa es eso y otra el accionar de hoy. Como dirigente, lo que junta es lo que ya pasó. La derecha peronista está en retroceso. Además, tanto en el campo como en Duhalde hay un player que es el diario Clarín, que juega su propio partido.
- Lo paso de lo nacional a lo local, ¿hacia dónde ve usted que vaya Escobar?
- El aislamiento de Escobar con la Provincia y la Nación lo llevó al atraso. Si no tenés proyecto para tu propio municipio, por lo menos acoplado a la gestión de la Provincia y de la Nación podés ir gozando del rumbo general que se impone desde allí. Es que los otros piensen por vos. Pero ese es un pensamiento administrativo, no de modificación estructural. Lo primero importante que me parece que ha hecho Sandro es volver a insertar a Escobar en la Provincia y en la Nación. Digo que eso está bien porque de una buena relación como esta van a salir cosas buenas. Está comenzando a caminar por otro camino, creo que hay que esperar un poco más para ver cómo van fructificando los distintos proyectos.
- En el acto de la calle El Dorado no hubo foto suya con Guzmán. ¿Cómo están las relaciones con el Intendente? - Bien, porque si no, no hubiera ido a la inauguración. No me quise poner una ropa que no me corresponde. Si el intendente es él y la obra la hizo él, ¿por qué le voy a sacar ese privilegio de que sea él quien corte las cintas? Independientemente de que yo sea vecino -NdR: su casa da frente al nuevo pavimento-, lo hizo Sandro y es algo excelente para Escobar, porque une asfaltos entre sí y va paralelo a la Panamericana, lo cual favorece a la integración del pueblo.
- Dentro este nuevo paradigma político que vive Escobar, ¿qué puede aportar usted como diputado nacional y dirigente justicialista, con su experiencia y trayectoria?
- En lo que hace a la gestión de gobierno, no corresponde que yo interfiera. Lo que hago es respaldarlo, darle algunas ideas y decirle lo que pienso, naturalmente en privado. Pero el que lleva la gestión y al que va a votar la gente es él, no a mí. En cuanto al armado político, en la medida en que él ha tomado la decisión de participar de la vida interna del justicialismo, creo que tengo que ayudarlo en el orden local, para que eso le sirva de sustento a su gestión de gobierno. Ese es mi rol.
- ¿Qué puede llegar a pasar con este armado político del gobierno, donde hoy conviven sectores como los de Carranza, Costa, Biaggioni y el suyo? Principalmente porque hay figuras con peso específico y proyección política cuyos intereses quizás más adelante puedan jugar en contra de la fortaleza del intendente...
- Es muy sui géneris la situación política que se vive, porque Sandro fue electo por el partido de Patti, que en realidad es un grupo de personas que respaldan a otra, que al estar en prisión pierde su razón de ser. Lo de Patti nació desde una escisión del peronismo, que distraídamente se robó una Intendencia, pero para lo único que le sirvió ese movimiento, en definitiva, fue para terminar como terminó. Una parte importante de esa inercia es la que hereda Sandro, a quien se suman los sectores del peronismo que habían estado más opuestos a Patti que a él en la última elección. Habrá que ver cómo podemos ir encaminando eso y estructurarlo en un agrupamiento político que sea la nueva cara que tenga el peronismo el año próximo o una formación política más amplia, pero sobre la base del peronismo.
- ¿Quién sería la persona indicada, a su criterio, para asumir la presidencia del PJ en Escobar? Hasta el momento hay dos nombres en danza: el de Guzmán y el suyo...
- Este tema lo hablé con él cuando recién comenzamos. Como él ha tenido una participación muy estrecha con Patti, habría que ir haciendo una lenta transición hasta afirmarlo como una figura propia del peronismo. Yo creo que habrá que ver si el electorado peronista se banca que Sandro sea el próximo presidente del partido. Si se lo banca, encantado de la vida de apoyarlo. Y si no, ya veremos quién es la persona. Yo no tengo una expectativa personal. En cuanto a los temas partidarios, yo me ocupo del partido nacional, donde me ratificaron como apoderado y hago una cantidad de cosas que tienen que ver con el armado político nacional en las provincias. Además, estoy poco tiempo acá. Sí tengo la satisfacción de haber conseguido que el inmueble de propiedad privada haya pasado a ser propiedad del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires y voy a trabajar para que acá el partido tenga una sede como la gente y no esa covacha que hoy tenemos. Que el Consejo de Partido funcione bien sería mi máxima satisfacción.
- La última, ¿todavía le interesa la Intendencia de Escobar?
- No, lo tengo totalmente fuera de mi menú de opciones.
- ¿No siente que en su carrera le quedó como asignatura pendiente?
- Es que no tengo la edad para eso y creo que debo dosificar mi energía para aplicarla en distintas cosas que he emprendido. Eso pasó hace diez años y es cierto que me quedó como una asignatura pendiente, sin lugar a dudas. Muchas veces ando por las calles de Escobar y pienso en las cosas que habría que hacer, los proyectos que inicié, no puedo dejar de pensar así... pero también es cierto que me estoy dedicando a otras cosas. Me interesa mucho más ayudar a que la Argentina tenga un buen sistema electoral, de partidos políticos, de funcionamiento institucional. Hasta me han llamado para una tarea de consultoría internacional. Me interesa más desarrollarme en ese sentido que estar aquí, en esto. Nunca se debe decir "de esta agua no he de beber", pero no estoy pensando en eso, para nada.

El perfil de Escobar
- En 1998 usted intentó que el distrito tuviera un Código de Planeamiento Urbano, del que todavía carece. ¿Hay posibilidades de que, a partir de su relación con la Intendencia, se vuelva a plantear esta iniciativa?
- ¿Y por qué no? Además, eso era parte de un proyecto más amplio. Una de las principales críticas fue que no lo hacía con arquitectos de Escobar. Pero lo que buscábamos era vender a Escobar como un producto residencial nuevo, ponerlo un escalón más arriba. Traer un arquitecto como Baudizzone implicaba no sólo su capacidad como planificador urbano sino que permitía vender el proyecto en los grandes medios nacionales. Los arquitectos de acá pueden ser prestigiosos, pero una cosa es ser prestigioso en la Sociedad Central de Arquitectos y en la FADU y otra, muy distinta, es ser prestigioso en la plaza de Escobar. De todos modos, quiero decir que Baudizzone se crió en Maschwitz y tiene una casa del otro lado de las vías, no era un ET. El Plan Maestro apuntaba a darle una directriz determinada a Escobar. Sí, es un tema para hablarlo con Sandro y meterlo en la agenda.

El proyecto de la UBA
- Hay un grupo de gente que está impulsando la construcción del edificio propio de la UBA, que usted trajo a Escobar en 1999, en un espacio del polideportivo Luis Monti cedido por una ordenanza del año pasado. ¿Usted los acompañaría en este pedido si se lo solicitaran?
- Nadie habló conmigo, habría que ver el planteo, pero en abstracto estoy de acuerdo. Hace diez años yo había pensado que se haga ahí. Pero más que un tema de construcción física de la obra, lo que tiene que haber es un proyecto universitario para Escobar y conciencia de la importancia que esto tiene. ¿Cuál era la razón de traer la universidad acá? En el rubro profesionales o con estudios universitarios incompletos, Escobar tiene un porcentaje bajísimo en relación al conjunto de la ciudadanía. Muchos chicos desertan en el último año del secundario porque no tienen como seguir la universidad. La idea de traer la UBA daba la posibilidad de acceder a un estrato superior a la gente de Escobar. Pero no solamente eso. Lo que había que hacer era transformar a Escobar en una ciudad con universidad, ya que son esas ciudades las que tienen mejor standar de vida en el mundo. Las empresas de mayor valor agregado y de mejores sueldos y calidad de trabajo van a desarrollarse en lugares donde tienen la mano de obra cerca. Y también tenía otro objetivo, que era darle una razón de ser al centro de Escobar, para que no nos pase igual que a Pilar. Esa razón era que esté radicado un gran centro universitario, con la UBA como eje porque es la más prestigiosa de la Argentina. En aquel momento pensé que Escobar centro, que es un lugar muy de clase media, iba a permitir no solo que sus hijos se quedaran allí sino darle un perfil y una vida completamente distinta de la que tiene ahora, donde la legitimación social es tener plata y no tener conocimiento y capacitación. No sé si eso ha cambiado tanto al día de hoy como para que este proyecto, que yo tenía en la cabeza hace diez años, siga teniendo virtualidad. El pensamiento tradicional de Escobar esto lo ve como un asteroide en el universo, no lo entiende, no entra dentro de su esquema acciológico de valores.

La historia del basural
- Patti, el año pasado, dijo que usted es el culpable del basural isleño, porque en 1998 lo autorizó a recibir residuos de otros distritos. ¿Cuál es su versión de esta historia?
- Patti trató de vender una versión distorsionada. Lo cierto es que cuando yo me hice cargo de la Intendencia, Transportes Olivos tenía una acreencia enorme, la deuda por la recolección de basura era la más grande y de alguna forma actuaba como agente financiero del gobierno municipal. Ellos comenzaron con el proyecto del relleno sanitario antes de que yo estuviera a cargo del Ejecutivo. Recuerdo haber ido como concejal, junto a otras personas, a algunas presentaciones donde nos explicaban su funcionamiento y nos propusieron condonar parte de la deuda por facilitarles el relleno sanitario. Ante esta situación, muchas alternativas no tuve, y mandé el tema al Concejo Deliberante, que era lo que correspondía. Y lo votaron todos, especialmente los concejales que eran absolutamente incondicionales con Patti en aquel momento, caso Jobe, Ramos y otros, que no daban un paso sin consultarlo. Si él no hubiera estado de acuerdo, ese proyecto no hubiese podido caminar. Todos los temas que pasaban por el Concejo Deliberante tenían el control de Patti, porque los concejales le respondían a él.
- ¿Considera que fue una buena decisión haber habilitado el basural en ese lugar, que es un humedal?
- Tomada en abstracto no puede ser una decisión buena, porque tiene peligro de contaminación. Pero hay muchos rellenos en la Argentina y en el mundo que funcionan correctamente. En el Camino del Buen Ayre, donde está Carrefour, y donde Macri puso el Buenos Aires Golf son rellenos sanitarios y a nadie se le ocurre que eso está mal. ¿Qué me iba a imaginar, cuando tomé la decisión, que yo me iba a quedar tan poco tiempo y que no se iban a hacer controles? Yo debí haber tomado alguna precaución adicional, en eso me agravio porque estuve mal. La función del Intendente es pensar en el más allá y yo debí haberlo hecho. Visto así en el tiempo, lo reconozco. Ahora, es muy injusto y falso que yo sea el autor de eso, porque el que lo promovía era el propio Patti.

Ciro D. Yacuzzi