martes, 28 de abril de 2009

REPORTAJE PÚBLICO

"Tito" Achaval, empresario y educador
- ¿Cuándo y dónde nació?
- Nací en Villa Berthet en Chaco, departamento de Tapenagá, en el sur de la provincia, cerca de Charata, que se hizo famosa por el dengue. En 1960 vine al mundo de una madre que tenía 46 años.
- ¿De qué origen proviene su familia?
- Mi bisabuela era una princesa toba, mi abuelo un alemán que se radicó en el Chaco en el siglo XIX y le fue muy bien económicamente, tuvo fábrica de tanino y curtiembre.
Mi madre, nacida en 1915, pudo estudiar y recibirse de maestra normal nacional, lo que estaba reservado en aquellas épocas, en el interior profundo, solamente para las personas de muy buena posición económica. Estudió en una escuela para señoritas, de monjas, en Reconquista, Santa Fe.
Mi padre era lo que se podría decir un hijo de una familia oligárquica, los Achaval Lastra, que dilapidaron una fortuna extraordinaria. Mi padre, avergonzado, se quitó la segunda parte del apellido compuesto y emigró a Chaco por casualidad, para empezar de nuevo, tenía casi toda la carrera de abogado hecha y se anotó para ser policía de transito en lo que por esos años, Chaco aún no era provincia, era territorio nacional, y una persona que supiera escribir muy pronto se hizo irremplazable y fue ascendiendo.
- ¡Qué historia!
- Mi madre vivía en Resistencia, se recibió y la destinaron a la escuela N°50 de Villa Berthet, ahí conoció a mi padre, que murió cuando yo tenía 1 año, 18 años antes había nacido mi hermana mayor, que es discapacitada, cuadripléjica, a la que mi madre le dedicó una atención que brindó sus frutos, ya que compensa sus dificultades motoras con una inteligencia y una preparación extraordinarias.
- ¿Y usted se crió en ese ambiente complejo allá en el Chaco?
- No, porque a la muerte de mi padre y para que mi hermana pudiera recibir un tratamiento que sólo se brindaba en Buenos Aires, mi madre consiguió la jubilación y nos vinimos para acá.
- ¿Y su mamá se ocupaba mucho de su hermana y poco de usted?
- No, para nada, mi madre era una persona muy activa, que podía desarrollar múltiples actividades, hizo verdaderos milagros por mi hermana, que llegó a hacer una vida normal, se casó dos veces, tuvo dos hijos, y actualmente vive con sus nietos en Mar del Plata. Mamá en Chaco estudió distintos profesorados, y cuando llegó acá una amiga la convenció para que dé clases en una escuela privada en Benavídez, terminó siendo la directora, fundó otra escuela donde se encargaba de impartir enseñanza a alumnos muy pobres; trasladamos la escuela a Ingeniero Maschwitz y cuando murió mi madre me quedó la responsabilidad de manejar empresarialmente la escuela, aunque yo no sabía en ese entonces nada de educación, aunque sí de números y administración.
- ¿A qué se dedicaba?
- Cuando murió mamá yo tenía 25 años y trabajaba desde los 18, como no me gustaba vivir en Pacheco, a los 18 años, quizás antes, me puse a vender corbatas por las oficinas del centro porteño, me iba bien, me podía alquilar un departamento en Capital, como iba a venderles corbatas a los jefes de una empresa de españoles que administraba los Pumper Nic, me ofrecieron entrar, después trabajé en otras empresas importantes, hasta que me tuve que hacer cargo de la escuela.
- Volvamos a la historia de su familia, que se me hace una epopeya fundacional…
- Mamá fue la iniciadora en el país de la alfabetización a distancia, por correo, fue la primera que lo hizo…
- Disculpe una consulta técnica, para aprender a leer y escribir por carta se necesita ayuda de alguien.
- Lógicamente, en esas épocas la peonada tenía varios hijos y a alguno lo enviaban a estudiar, y en general eran ellos los que cumplían dicho rol, además había mucha inmigración y la gente se ayudaba entre sí, por ese entonces Villa Berthet no tenía más de 2.000 o 3.000 habitantes.
- La historia de su padre es también muy interesante.
- Primero quiero decirle una cosa más de mi madre, fue presidenta del leprosario famoso que funcionaba en la isla del Cerrito.
- ¿Presidenta de la Cooperadora?
- No había cooperadoras en esos años, te nombraban presidente y arreglate como puedas, además fue la organizadora del primer ropero escolar provincial. En una provincia con población con tantas carencias el ropero prestaba un servicio indispensable. De mi padre, le faltaban dos materias para ser abogado, la humillación familiar por la dilapidación de la fortuna familiar por parte de mi abuelo lo llevó a esconderse en un pueblo, fue policía como podría haber sido peón o comerciante, lo que pasa es que nadie que tuviera los conocimientos de mi padre quería aceptar que lo mandaran a un pueblo del interior de la provincia.
- También es muy impresionante la historia de su hermana.
- Cuando mamá se pudo jubilar decidió venir a Buenos Aires porque en Chaco la atención a personas con este tipo de problemas no pasaba de dejarte tirado en una cama.
Acá un famoso médico extranjero vino a principios de la década del 60 a realizar operaciones muy novedosas como la trepanación de cráneo. Mi hermana fue una de sus primeras pacientes y mejoró mucho, pero además la intervención de mamá que le dedicó enormes esfuerzos, logró que compense con una gran desarrollo intelectual sus falencias físicas. Es una destacada pintora de las que pintan con el pincel en la boca.
- Hablemos un poco más de usted ¿Qué más hizo además de vender corbatas y ser ejecutivo de Pumper Nic antes de los 20 años?
- Fui broker de seguros, importé las primera Pc´s Bull y trabajé en una multinacional subsidiaria de ENTEL.
Heredé la escuela a los 25 años, una escuela que mi madre sostenía desde su patrimonio. Cuando funcionaba en Benavídez, gran parte del alumnado provenía de Oprovi y otra del Patronato, muy pocos pagaban la cuota. Cuando nos radicamos en Maschwitz, comenzando con un terreno de 10 x 35, los pocos que provenían de la clase media se quejaban por la presencia de chicos mucho más pobres, en esa clase de conflictos sociales tan característicos de nuestro país. Pero tenemos años atendiendo a chicos de ese sector, el más castigado, y sabemos que reaccionan al afecto, devuelven el afecto que reciben con agradecimiento.
Hace un tiempo recibí esto, y muestra una especie de diploma escrito por un ex alumno de la escuela, donde agradece que, además de haber enseñado Matemáticas y Geografía, la escuela le enseñó a tener los pies en la tierra y saber caminar.
Estamos en Maschwitz desde el 90 y hoy somos la escuela de gestión privada más grande del distrito, con 7 primeros grados, uno con doble escolaridad. Tenemos alrededor de 2.500 alumnos…
- Disculpe la interrupción. ¿Usted tiene estudios terciarios?
- No, terminé la secundaria y empecé a trabajar, pero hice muchos cursos de capacitación de educación no formal, como por ejemplo con Price-Waterhouse, que son capos mundiales.
- Siempre terminamos estos reportajes preguntando qué le falta a Escobar para ser amigable con usted y qué haría si pudiera volver atrás, pero sus respuestas se desprenden de lo que expuso.
- Yo, con mi familia, con mi esposa, hace 25 años que trabajamos juntos, vivimos en Maschwitz, en una calle común y una casa normal. Tratamos de devolver en el campo de la educación, capacitando para la igualdad de oportunidades.
Estamos trabajando con un acuerdo con la metalúrgica FV, pronto vamos a comenzar a hacerlo con Biogénesis-Bagó y con la Unión Obrera Metalúrgica.
Estoy convencido de que la educación es la base para lograr la movilidad social ascendente, y nuestro compromiso pasa por ese lado.

Un personaje interesante y complejo
"Tito" Achaval es polémico más que nada porque le gusta serlo, tira un discurso político neoliberal pero su escuela es de las más inclusivas desde lo social, y según aseguran docentes y alumnos, progresista desde lo pedagógico. Se lo sindica como a uno de los "poderosos e influyentes" de Escobar, por encima de vaivenes políticos, pero políticamente todavía está buscando su lugar.
Si el lector se queda con ganas de conocer su pensamiento, deberá ir a charlar con él en su oficina del Nicolás Avellaneda; acá nos interesó más su perfil humano, la vida que lo llevó a estar donde está. Para discutir de política hay tiempo.
Ahora es además un empresario mediático, dueño de una radio FM que terceriza gran parte de su programación a un grupo de gente de prensa, y curiosamente el primer sobrevuelo sobre su historia de vida no aparece en ninguno de esos medios.
Las obras hablan más de las personas que sus propios discursos, la escuela que Achaval administra con su esposa desde hace 25 años, siempre la misma, él aclara, agregando que le gusta trabajar en pareja, donde uno se ocupa de los números y otra de lo pedagógico, es un punto de referencia que puede ser modelo o no, pero que existe y crece por lo que nuestro personaje de hoy vivió y contó en este reportaje.