martes, 8 de julio de 2008

CARLOS RAMOS SE HIZO CARGO DEL ERILL


"A este hospital lo siento mío"
Casi sin que se lo viera llegar, el doctor Carlos Andrés Ramos se convirtió este viernes en la máxima autoridad del hospital provincial de Escobar, donde desde 2000 se venía desempeñando como directora ejecutiva la sanfernandina Gabriela Lourtau, quien ahora pasará a cumplir tareas técnicas para el Ministerio de Salud bonaerense.
La vuelta de Ramos al Erill -había sido su director asociado en los '90 y durante muchos años trabajó como especialista oncológico- no estaba en los planes de casi nadie, al menos hasta la semana pasada. Recién este lunes un "coqueteo político" con el Jefe de Gabinete del Municipio hizo correr las primeras versiones, que con las horas se fueron confirmando hasta hacer que lo del viernes fuera ya previsible.
Con la fallida asunción del pediatra Héctor Langone como jefe del hospital casi olvidada pese a que solo pasaron de ello dos meses, el clima interno en el Erill era más que distendido para una ocasión de esta trascendencia. La demostración más contundente del aval que tendría Ramos en todos los sectores es que ninguno de los tres gremios -Asociación de Profesionales, Sindicato de la Salud y ATE- hizo algún tipo de cuestionamiento a su llegada. Además, el día anterior a su asunción Ramos se reunió con jefes de servicio y otros referentes del nosocomio, quienes le garantizaron que acompañarían de buen agrado su gestión. La numerosa presencia de profesionales y auxiliares en el quinto piso, donde se hizo el acto del viernes, ratificó la promesa de apoyo.
El acto de asunción de Ramos se hizo sin maestro de ceremonias ni demasiada organización. Fue casi una presentación pública formal para cumplir, pero con bastante simbolismo. Ausente el intendente Sandro Guzmán, con quien compartieron largos años en el pattismo aún sin llevarse del todo bien, su lugar lo ocupó Walter Blanco como máximo representante del gobierno. También estaba el secretario de Salud, Matías Bertol, lo que debe entenderse no como un mero formalismo sino como un compromiso de trabajo en conjunto, más allá de algunas críticas que el funcionario municipal hizo semanas atrás sobre la herencia que recibió de Ramos en la cartera sanitaria.
El ministro Claudio Zin, por su parte, envió a dos emisarios. El subsecretario de Planificación y Capacitación, Roberto Porcel, y el director provincial de Hospitales, Sergio Alejandre, quien señaló que la asunción de Ramos representaba "renovar la continuidad de un proceso".
"Nuestro objetivo es darle un gran vínculo y una gran conjunción al accionar del primer nivel de atención, que maneja la Municipalidad a través de los centros de salud, con el segundo nivel", que representa el hospital, agregó Alejandre. En ese sentido, consideró que Escobar está ante "una oportunidad histórica", por "la experiencia" de Ramos y "la predisposición de las autoridades locales" para "fortalecer este vínculo y seguir profundizando la tarea que se vino realizando durante todos estos años".
"Seguramente el éxito de la gestión del doctor Ramos va a depender de ese mecanismo de referencia y contrarreferencia que se pueda hacer con el primer nivel de atención", acotó el funcionario, quien le aseguró a Ramos "apoyo incondicional en todos los aspectos".
Cuando le llegó el turno de hablar, Ramos prefirió no abundar en palabras. "A este hospital lo siento mío porque prácticamente me crié acá como médico. Adentro mío hay un montón de sentimientos, todos con muchas ganas de que los que trabajamos en el hospital y los pacientes nos sintamos mejor", afirmó. También recordó épocas en las que el hospital parecía "tierra de nadie", porque ni desde la Provincia ni desde el Municipio se daba solución a sus problemas más urgentes. Y por su trabajo en estos ocho años agradeció públicamente a Gabriela Lourtau.
Así, y después de casi una década, el hospital Erill volvió a quedar en manos de un médico de Escobar -el último había sido Hernando Rozzo Rodríguez, que lo dejó en 1999- y se renuevan las esperanzas de que pueda mejorar todo lo que la gente necesita.