martes, 19 de agosto de 2008

LOS VECINOS PIDEN MEDIDAS AL GOBERNADOR

El fantasma de los
desalojos en Amad

Cuando parecía que todo lo malo había quedado atrás en 2003 con la sanción de una ley provincial de expropiación, que otorgaría a sus actuales ocupantes las viviendas del barrio Amad, el pánico al desalojo volvió a instalarse en ese complejo habitacional de Garín. Su administrador, Omar René Sauco, acusado de estafas, volvió a las andanzas y con supuestos avales políticos estaría a punto de dejar en la calle a quienes no terminen de pagarle las casas que irregularmente construyó a mediados de los '90. Con angustia, los vecinos suplican al gobernador Daniel Scioli que termine con esta infinita pesadilla.
La historia de este plan de viviendas, ubicado cerca del parque industrial Oks, es más o menos conocida, aunque por larga e intrincada conviene repasar algunos datos. El barrio está levantado sobre tierras que la Dirección de Hidráulica bonaerense consideró no aptas por tratarse de un bañado, donde las inundaciones son moneda corriente. Sauco prometió muchas más casas de las 242 que hizo, por lo que numerosas familias que pagaron sus cuotas todavía hoy esperan el techo que les corresponde. Quienes lo tienen, sin embargo, maldicen su suerte porque casi todas las construcciones están mal hechas, sin encadenados y con rajaduras por donde se mire. Otra anomalía es que las actas de adjudicación fueron firmadas por un escribano expulsado de su colegio profesional. La lista sigue, pero a esta altura queda clara la magnitud de la situación.
A todas estas cruces que cargaban sobre sus espaldas, en 2003 se les sumó a los vecinos el temor a quedarse en la calle. Sauco consiguió que un tribunal de San Isidro expidiera varias órdenes de desalojo contra aquellos que no habían cancelado tosas las cuotas del plan y parecía ir por todos. El barrio unido, sin embargo, emprendió una efectiva acción que sobre el término de ese año derivó en la sanción de la ley 13.132, mediante la cual el Estado provincial expropiaba todas las viviendas para otorgárselas a sus habitantes por venta directa, a bajos costos y en largos plazos.
Pero la solución final nunca se concretó. Y como el gobierno provincial tenía cinco años para hacerlo, en diciembre de este año todo quedaría como al principio. Es en este contexto, en apariencia nuevamente favorable a sus intereses, que Sauco hace su regreso. Según los vecinos, ya hay cuatro familias con sentencia de desalojo emanada de juzgados civiles y otras dieciséis en juicio.
En una carta al gobernador cargada de angustia, los vecinos le explicaron los pormenores de sus peripecias y también hicieron algunos comentarios sobre el inquietante retorno de Sauco. Dicen que en distintas reuniones con lugareños aseguró contar con el apoyo de las principales autoridades municipales -mencionan al Intendente, al Jefe de Gabinete y al secretario de Gobierno-, otros políticos locales y de la zona y hasta del hermano del mandatario provincial, José Scioli. "Necesitamos la tranquilidad de saber que dicho apoyo no existe, que no se puede estar apoyando a un estafador. Esperamos una pronta respuesta.", expresaron en la nota los habitantes del barrio.
Evidentemente, todo esto marcará un nuevo y enésimo capítulo en la difícil historia de un vecindario donde los fantasmas del pasado siguen acechando.