martes, 26 de agosto de 2008

OTRA EXITOSA EDICION DE "ESCOBAR DE PELICULA"

El humor se quedó con
la mitad de los premios

Las risas y aplausos de la sala aprobaron sin objeciones la decisión del jurado de otorgar el premio mayor del quinto festival "Escobar de película" a un cortometraje humorístico realizado por tres jóvenes de Claypole. "¿Por qué no me tocó ser Michael Keaton?" es el título de la ocurrente historia, en la que un pibe se vuelve paranoico mientras espera el llamado de una chica, cuya esperada invitación a salir finalmente desprecia por razones fundadas en su incipiente estado de locura.
José Luis Lemos, su director, subió a recibir el premio al escenario con tanto nerviosismo que la estatuilla se le quebró en un movimiento brusco. Repuesto con sonrisas del incidente, agradeció que los miembros del tribunal se hayan inclinado por valorar películas "hechas en formatos que no son las que suelen elegir en otros festivales". En su caso, el cortometraje fue filmado con una cámara digital de fotos. Y la sola actuación del desesperado joven cubrió sin fisuras los quince minutos del rodaje, acompañado de un guión disparatado que despertó carcajadas en el público.
En una velada donde el humor se llevó merecidamente tres de los seis premios principales, las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del presidente de la asociación "Escobar de película", Juan Carlos Villalba, quien trajo a cuento una anécdota personal para concluir en que "es posible que varias personas compartan sus sueños en un mismo tiempo y lugar", en referencia a los realizadores de todo el país presentes durante la ceremonia de premiación en el teatro Seminari.
La primera estatuilla de la noche, en el rubro película extranjera, fue para la española "Palabras y puños (el misterio de Bolaños)", donde un periodista indaga sobre la historia de un boxeador que vencía a sus oponentes provocándolos al oído sobre el cuadrilátero. Su realizador, Manuel Gimeno Arándiga, escuchó por teléfono los aplausos de la platea desde Rumania, donde se encontraba el domingo, y agradeció emocionado al público y a los organizadores, en una comunicación que se trasmitió por los parlantes de la sala. En esta categoría el premio fue compartido con "Save the world", otra graciosa aunque algo más profunda película llegada desde España, hecha por David Casals-Roma.
En un género del que sólo participaron cuatro de las 32 películas finalistas -todas se pasaron el sábado, durante la tarde y la noche, ante un público más numeroso que otros años-, el quilmeño Javier Chaffetelli se llevó el galardón a la mejor animación con "La leyenda de Juan". Tras recibir su lauro, Chaffetelli lo dedicó a todos los realizadores "que tienen esa palpitación en el pecho y esa inspiración en la mente". Y retomando las palabras de Villalba, subrayó que pese al sacrificio que implica la filmación de cortos independientes "vale la pena soñar".
El documental "Sonidos del desierto, Guaquinchay", rodado en el desierto mendocino por Emiliano Pecorelli y Sebastián Masera, junto a una veintena de estudiantes de cine de Godoy Cruz, se adjudicó el premio de su categoría. Mientras, el capitalino Mario Festa ganó en ficción con "La novia", en la que adaptó un sombrío cuento escrito por Alejandro Dolina.
Finalmente, una de las dos menciones especiales del jurado recayó en el ilustre escobarense Canio Iacouzzi, en reconocimiento al trabajo de investigación histórica realizado en su documental "Pompei, la ciudad sepultada". Con las manos vacías se quedaron los otros dos cortometrajes locales: "El diezmo", una entretenida ficción dirigida por Ernesto Pérez, y "Duelo final 3", la animación de Gastón Gulyas.
En nombre del jurado que integra junto a Juan Carlos Desanzo y Aníbal Di Salvo, Francisco Acri explicó que los fallos se basaron en el criterio de "elegir películas argentinas, que muestren nuestra forma de pensar, de hablar, nuestra idiosincrasia, música y el lenguaje de todos los días". También destacó a los organizadores del concurso por "no imponer presiones" en la elección de las obras premiadas y concluyó en tono de arenga: "Viva el cine argentino y viva 'Escobar de película'".
Otras voces que se oyeron desde el escenario fueron las del representante del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Roberto Aruj, quien entregó el premio de cinco mil pesos otorgado por ese organismo al ganador del festival; y el concejal Julio César Sergiani, que como emisario del intendente Sandro Guzmán pronunció la enésima felicitación a los organizadores y exaltó la calidad del jurado. Desanzo, por su parte, volvió a definirse como "hijo adoptivo de este pueblo", ya que durante 25 años vivió en Loma Verde.
Así concluyó el quinto capítulo de esta historia que el cineasta Juan Carlos Villalba y sus compañeros de "Escobar de película" empezaron a soñar y escribir en 2004, para que la ciudad de la flor también sea una de las principales pantallas del cine independiente argentino.

Palabra empeñada
Aníbal Di Salvo prometió el año pasado que estrenaría en Escobar su última película, "Me robaron el papel picado", en la que participan la actriz local Graciela Sureda, junto a Miguel Abud, Paula Papini y otros. Y aunque las demoras en el rodaje impidieron que el film esté terminado, el reconocido director honró su palabra al mostrar el domingo un adelanto de la grabación. Eso sí, ratificó que cuando el celuloide esté listo, los escobarenses lo verán primero.